Imagen del vídeo que grabaron los jóvenes sobre un tanque. | Efe

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El magistrado del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, ha dictado auto de archivo de la causa abierta tras la denuncia presentada por Carles Puigdemont contra dos jóvenes zaragozanos por un delito de amenazas, supuestamente vertidas el 8 de diciembre de 2017, subidos a un carro de combate en movimiento y difundidas en un vídeo.

El juez ha dictado el sobreseimiento libre y archivo de las presentes diligencias previas por no resultar delictivo el hecho denunciado, que se produjo en una jornada de puertas abiertas el día de la Patrona del Arma de Infantería, a la que acudieron los dos jóvenes, «dos desconocidos», se indica en el auto.

El denunciante es «un político con una notable presencia en el panorama político español desde enero de 2016 y cuyo objetivo principal, la conversión de Cataluña en un Estado independiente, le había dado tanto crédito entre sus adeptos como críticas de todo tipo entre sus oponentes, proyectándose enormemente su figura a nivel nacional».

El magistrado no considera que las expresiones utilizadas sean objetivamente aptas para amedrentar a la víctima y que el «supuesto desprecio hacia el denunciante por su deslealtad ni es amenaza, ni tampoco injuria». Asimismo entiende que los jóvenes hacen una pantomima sin ningún valor intimidatorio y sin que sea real «la posibilidad de que los dos civiles dirigieran un tanque hasta la ciudad adonde huyó el denunciante».

Las expresiones contenidas en el video, que dieron paso a la denuncia, y que se reproducen en el auto, fueron las siguientes: «Bueno, aquí estamos buscando soluciones a los problemas de España y creo que los hemos encontrado, no sé si los podéis oír pero verlos... verlos igual los veis ahora, ¡mira! Vamos a darle una sorpresa a Puigdemont que está muy duro últimamente, eh?» (esta última frase mientras se enfoca al cañón de un tanque en el que se ha subido quien las pronuncia). En ese instante se gira la cámara hacia otro joven, que está también sobre el tanque, al que se le ve fugazmente mientras dice: «Vamos pa Bruselas, pa Bruselas».

El autor de la grabación se vuelve a enfocar y concluye la misma diciendo: «Setenta toneladas de puro amor y pura democracia... Coletas, el siguiente eres tú, cabrón, arriba España».

La expresión fue proferida, concreta el auto, en el término municipal de Zaragoza, en las instalaciones que en la carretera de Huesca tiene el Regimiento Acorazado Pavía no 4 de la Brigada Aragón I del Ejército de Tierra, estando su autor subido a un carro de combate en movimiento que se dirigía a su correspondiente nave para ser guardado, teniendo conocimiento Puigdemont de tal video varios días después en Bélgica o sus proximidades, a unos 1.300 kilómetros de distancia de la base del regimiento.

Los jóvenes reprochan «de forma burlona en el video» lo es por la actitud personal de Carles Puigdemont «y no por su pertenencia a un grupo social minoritario», asegura el instructor

Según el titular del Juzgado, «tildar de seria amenaza lo dicho por los denunciados sería tanto como decir que los 'trabucaires' de un pueblo catalán que en agosto de 2014 apuntaron hacia el piso de un concejal no independentista y dispararon con pólvora, pero sin proyectiles, hacia su casa, amenazaron a dicho cargo público».

La denuncia interpuesta por ese edil fue archivada e incluso fue anulada la sanción administrativa que se le impuso a los trabucaires dado el ambiente festivo en que se enmarcaba tal conducta, según decía la resolución judicial correspondiente, «debiendo admitirse que el contenido del video denunciado comparte ese tono entre festivo y mordaz».

El juez, en su auto, refiere lo sucedido en Cataluña, los hitos que preceden a la conducta que se reprocha en la querella contra los dos jóvenes. Desde la aprobación de la Ley del referéndum de autodeterminación vinculante sobre la independencia de Cataluña; la proclamación de la república catalana por Puigdemont, suspendida poco después; la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución Española; la disolución del Parlamento de Cataluña; la destitución del Gobierno de la Autonomía Catala y la convocatoria de elecciones.

«Antes de que otros dirigentes independentistas acudieran a declarar en una causa abierta contra ellos por rebelión en virtud de la citación judicial que ya habían recibido, Carles Puigdemont huyó de España, agazapado en el maletero de un automóvil, dejando a sus compañeros antes de su declaración judicial como investigados con la evidencia de que el riesgo de fuga que podía apreciar el Juez a efectos de una posible medida cautelar personal era, más que tal peligro, una realidad».

«Es así que, tras un proceso iniciado con constantes alusiones a la épica, a la gesta, a la dignidad, a la unión de todos los independentistas frente a un supuesto adversario construido con continuas y serias distorsiones históricas, culturales y sociales, el promotor del impulso final del mismo se convirtió en prófugo dejando con su acción a sus más directos colaboradores en las puertas de la cárcel».

«Pinchado parcialmente el globo de la hazaña heroica con esta conducta desprovista del arrojo, la dignidad y la gallardía que pedía el denunciante a los ciudadanos cuyo apoyo reclamaba, tuvo lugar a principios de diciembre de 2017 la conducta que ahora se critica, llevada a cabo por uno de los denunciados con un semblante sonriente mientras pronunciaba, como si fuera un extravagante comando, una frase que iba a compartir en privado con algunos amigos a los que quería sorprender montado en un tanque.
No hay ningún indicio, concluye el auto, de que los jóvenes quisieran que el sujeto que citaba uno de ellos tuviera conocimiento de lo que decía, pues ni lo dijo directamente a él, ni comprometió medio necesario para que se le hiciera llegar, admitiendo que su video lo envió de modo privado a algunos amigos. No obstante, aunque ellos mismos lo hubieran subido a cualquier red social, «el contenido del video es penalmente irrelevante».

Contra el auto, hecho público este viernes, cabe recurso de reforma ante el Juzgado de Instrucción número de Zaragoza, o de apelación ante la Audiencia Provincial de Zaragoza.