Lo ha dicho este miércoles el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, después de la reunión de la Comisión Permanente de los obispos.
Gil Tamayo ha reconocido, no obstante, que «hay cosas innegociables» como es la presencia de la clase de Religión en el marco escolar, una asignatura, ha dicho, que forma de manera integral y que es diferente a una catequesis.
Sobre la evaluación o no de esta asignatura, el portavoz ha dicho que es un tema que entrará «en la negociación», a la vez que ha criticado que los obispos se hayan enterado de los propósitos del Ejecutivo a través de mensajes mediáticos y no por «una relación directa con el Gobierno».
Así, ha asegurado que tienen pedida desde hace tiempo una entrevista con Celaá y de momento no han obtenido respuesta.
«Estamos dispuestos a hablar, a dialogar, a saber qué se quiere en una relación directa», ha afirmado y ha añadido: «no estamos en claves de mensajes porque tenemos que ser serios (...) porque nos jugamos la puesta en práctica de un derecho de los padres y que la Iglesia apoya».
«Hay que huir de ideas preconcebidas e ideológicas» y no hacer de la escuela «un campo de experimentos"; «Ya está bien de alternancias y variedad» según el cambio político, ha argumentado.
Gil Tamayo ha dicho que a los obispos les «extraña que permanentemente este tema -la asignatura de Religión- sea traído y vuelto a traer» desde un posicionamiento ideológico y partidista, aunque ha opinado que se trata más bien de un «aderezo» sobre otras cuestiones.
Es un «tema artificial» más movido por intereses ideológicos que sociales, ha insistido el portavoz, que ha rechazado que se quiera reducir el derecho religioso al ámbito privado.
«El Estado es aconfesional, pero la sociedad no es aconfesional» como se ve en la diversidad de opciones como puede ser la religiosa, ha argumentado.
Gil Tamayo ha defendido el derecho de los padres respecto a que la libertad religiosa llegue al sistema educativo y que dicho derecho sea facilitado por el Estado.
«Quiero hacer una llamada al diálogo» que es la que ofreció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, a su llegada a la Moncloa.
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
... suscribo todo lo que dices en tu aportación, por supuesto... precisamente, para cerrar el paso a hipotéticas nuevas exigencias de otras religiones que quieran disfrutar también del privilegio de la católica, hay que descabalgar lo antes posible a ésta de su pedestal, para que no nos veamos en la tesitura de o todas o ninguna.. ha de ser ninguna
Yo tambien apuesto por la laicidad plena de la enseñanza pública. Esto implica, además de que no se enseñe ningun credo en los colegios ni que haya símbolos religiosos, que las alumnas no puedan acudir a clase con un pañuelo en la cabeza y no suprimir la carne de cerdo en los menus escolares como deferencia a determinados alumnos por cuestiones religiosas. Que sólo se puedan hacer menus especiales para alumnos enfermos (diabéticos, celíacos, etc.)
... bla bla bla... están peocupados por la agenda laicista que dice tener el ejecutivo, y que ya va siendo hora de que aplique de una vez... en fin, el tema de la asignatura de religión -que dicho sea de paso, deben dar en exclusiva las parroquias, salvaguardando así el derecho a los padres a tener esta apologética-, estará claramente superado en cuanto el gobierno derogue de una vez el concordato que exigieron firmar los franquistas para hacer la Transición, los acuerdos (sic chantaje) con la santa sede, un pequeño estado teocrático, que nos está condicionando desde hace décadas a los españoles... se avecinan grandes cosas, la iglesia tiene miedo