Pozas fue citado este lunes en esta causa para tomarle declaración como testigo, condición que el juez de la Audiencia Nacional cambió finalmente a la de investigado por un presunto delito de revelación de secretos, informaron fuentes jurídicas.
Comparecencia
En su comparecencia como testigo, que se prolongó cerca de 45 minutos, Pozas admitió que fue él, cuando era director de Interviú, quien facilitó al excomisario José Villarejo un pendrive con copia de los datos del teléfono de una asesora de la formación morada, que habían recibido en la redacción y que no pensaban publicar, señalaron las fuentes consultadas.
De este modo, el excargo de Moncloa ratificaba la versión que prestó el propio Villarejo al respecto cuando declaró como investigado por esta causa y dijo que fue Pozas quien le entregó ese pendrive, lo que habría derivado en la imputación del periodista por presunta revelación de secretos.
Según declaró el excomisario, los datos habían llegado a la redacción de la revista, pero Pozas consideró que su contenido no era publicable y, por eso, se lo dio a Villarejo.
Con el contenido del pendrive, según la declaración del excomisario, Villarejo elaboró un informe que elevó a sus superiores y en el que señalaba que el contenido del dispositivo carecía de «interés policial», por lo que lo archivó, como hacía con todos sus trabajos. En un comunicado difundido el viernes, Pozas afirmó que dimitía al considerar que está siendo «utilizado para atacar al Gobierno y al presidente».
Además de Villarejo y Pozas, por este caso también declaró el pasado martes el presidente del grupo Zeta, Antonio Asensio, al que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, apuntó en su declaración como perjudicado como la persona que le entregó los datos del móvil sustraído a su asesora, Dina Bousselham.
Precisamente ayer, según las fuentes mencionadas, el juez tomó también declaración a la pareja de Dina Bousselham por si conocía los pormenores de ese robo.
La sustracción del móvil se produjo en los meses previos a las negociaciones para formar Gobierno en 2016 y se investiga si el robo del teléfono está relacionado con un presunto espionaje al partido de Iglesias o si solo se trató, como afirmó Villarejo, de un acto de venganza o despecho.
1 comentario
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Ha reconocido que le pasó la información a Villarejo. Es decir, que es cierta toda la trama para acabar con Podemos a base de mentiras gravísimas. Los que siguen hablando de venezuelas, chalets, coreas, feminismos y demás banalidades demuestran lo poco que les importa que su país, en su nombre (era un gobierno de España el que auspiciaba esta trama), cometa actos tan repudiables.