Iván Espinosa de los Monteros, durante una presentación. | Efe

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La dirección de Vox ha formalizado este martes su ruptura con el PP y Ciudadanos en los ayuntamientos, anunciando que ya renuncia a cargos en gobiernos locales y que se pasa a la oposición en los consistorios.

En cuanto a las negociaciones autonómicas, especialmente en la Comunidad de Madrid y Murcia, cuyos gobiernos regionales dependen de sus votos, todo estará condicionado al resultado de las conversaciones, pero Vox ya adelanta que su prioridad será hacer valer su programa electoral.

Así lo ha resumido en el Congreso el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, trasladando los acuerdos adoptados por el Comité Ejecutivo Nacional del partido ante lo que consideran «incumplimiento» por parte del PP y de Ciudadanos de los acuerdos para desalojar a la izquierda en las sesiones constitutivas de los ayuntamientos del pasado día 15.

De entrada, y en una comparecencia en la que también han estado presentes los negociadores Macarena Olona y Enrique Cabanas, Vox ha dado a conocer el acuerdo que firmó con el PP con vistas a aquella jornada de elección de alcaldes, que hasta ahora se mantenía secreto.

En ese texto, firmado por los secretarios generales del PP, Teodoro García Egea, y de Vox, Javier Ortega Smith, se indica que el partido tachado de ultraderecha apoyará a los candidatos de PP y Ciudadanos en los municipios donde se pueda desalojar a la izquierda de las alcaldía, y a cambio, en el plazo máximo de 20 días, «se nombrará a las personas indicadas por Vox en cada ayuntamiento en distintas concejalías de gobierno y responsabilidades directivas en entes municipales, que en número y presupuesto guardarán proporción a los resultados electorales obtenidos por Vox en cada población».

Que no se sepa

Eso sí, en el tercer punto, y antes de las firmas de los secretarios generales, se deja claro que todo debe quedar en secreto: «Que las partes mantendrán discreción sobre este acuerdo», se recoge expresamente.

El detonante, según ha remarcado, es el caso del Ayuntamiento de Madrid, donde el alcalde elegido, José Luis Martínez Almeida, del PP, hizo público al día siguiente el reparto de las concejalías del gobierno municipal sólo con Ciudadanos, excluyendo a Vox, que había cumplido su parte apoyando su elección en la sesión constitutiva.

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Por ello, y tras «constatar los incumplimientos del PP y de Ciudadanos», Vox ha decidido hacer público ese documento, que Espinosa de los Monteros cree «tan sencillo como unívoco, carente de interpretaciones».

A su juicio, Vox ha cumplido con sus compromisos, que era «desalojar a la izquierda de todos aquellos ayuntamientos», pero considera que PP y Ciudadanos «no son de fiar": «Hay un partido que sigue las consignas del Palacio del Elíseo, al que nunca llegan a satisfacer (por Ciudadanos), y otro que no tiene vergüenza en incumplir lo que firma (PP)», se ha lamentado.

Además, y según reconocen en la dirección de Vox, en las últimas semanas vieron el desgaste que les suponía el debate sobre los cargos municipales y, en cambio, comprobaron que su presión en Andalucía con su enmienda a los Presupuestos les reportó el reconocimiento de un pacto por escrito con PP y Ciudadanos al mismo tiempo.

Así las cosas, la decisión de la dirección nacional de Vox es dar por roto el acuerdo firmado por el PP y dejar de reclamar cargos en los gobiernos municipales: «El Comité Ejecutivo renuncia a ocupar cargos de responsabilidad de ningún tipo ni entidad en todos aquellos lugares donde se haya incumplido el acuerdo», entre los que destaca la ciudad de Madrid.

Por tanto, Vox se pasa a la oposición en los ayuntamientos donde no se cumplió ese acuerdo, ya que, según ha dicho Espinosa de los Monteros, la política se puede hacer dentro o fuera del gobierno y ellos no tienen necesidad de «colocar a cientos de afines» como otros partidos. «Nuestros concejales ejercerán la labor de controlar y fiscalizar a los gobiernos, que estarán en minoría y a los que deseamos la mejor suerte», ha comentado con sorna.

La dictadura progre del tricentrito

El portavoz de Vox en el Congreso se ha lamentado de que en la práctica triunfe «la dictadura progre del tricentrito de PSOE, PP y Ciudadanos», y ha querido dejar claro que si no les «para» la izquierda, «mucho menos otros partidos».

Respecto a los efectos de esta decisión en las comunidades autónomas donde los votos de Vox son clave para un gobierno del PP, como en Madrid o en Murcia, el dirigente del partido de Santiago Abascal se remite a esas negociaciones.

En Murcia, Espinosa se muestra «más pesimista» por las exigencias de Ciudadanos y en Madrid esa negociación aún no han empezado por la ruptura en la capital y «es muy difícil pronosticar qué va a pasar», pero en todo caso su partido ya avisa de que primará la asunción del contenido de su programa electoral.