«Es una exhumación complicada pero tampoco difícil, es rápido, se hace con gatos y no tiene problema ninguno», precisa este tanatopracta dueño de la funeraria Alba, con sede en la localidad de Becerreá (Lugo) y experiencia en exhumaciones en catedrales, que se encuentra en Madrid preparando el trabajo encargado por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Sobre cómo contactó el Ejecutivo con su empresa, Sepúlveda esquiva la respuesta. «Eso no lo puedo comentar, hay cosas que no debo decir», se excusa este profesional de los servicios funerarios que dirigirá al equipo que sacará a Franco del Valle de los Caídos casi 44 años después de su entierro. Un trabajo que espera culminar «en una hora u hora y media».
El Gobierno ha previsto el comienzo de la exhumación este jueves 24 de octubre a las 10.30 horas. En el interior de la basílica, se ha instalado un escáner y un detector de metales para evitar la grabación de la exhumación de los restos del dictador. Con esta medida, el Ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez quiere garantizar que no existan imágenes del momento en el que salgan los restos de Franco del lugar en el que permanecen sepultados.
Sobre la tumba de Franco en la basílica se ha instalado también una carpa como medida adicional de seguridad a la que sólo tendrán acceso dos familiares del dictador, los operarios de la empresa funeraria de Humberto Sepúlveda, un forense y las autoridades del Estado, entre ellas la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino, que tenía el cometido de levantar acta de la exhumación.
El dueño de la funeraria Alba asume con naturalidad el encargo de la exhumación de Franco. «Nosotros somos una empresa funeraria y no tenemos ningún problema, hacemos un trabajo y ya está», afirma Sepúlveda, aunque admite que existen detalles del operativo sin concretar todavía.
Entre ellos, cómo se producirá finalmente el traslado del féretro de Franco desde el Valle de los Caídos, en el término municipal de San Lorenzo de El Escorial, al noroeste de Madrid, hasta el cementerio de Migorrubio, que se encuentra en las afueras de la capital. Según Sepúlveda, la posibilidad de que sea en helicóptero «está abierta».
Tampoco tiene certeza sobre si será necesario mover los restos del dictador Franco a un nuevo féretro para el traslado. «Eso no se sabe y sólo se sabrá cuando se abra, no se puede predecir», explica el tanatopracta, que intenta abstraerse del revuelo que provoca la exhumación de Franco de la que es responsable. «Se siente la presión. Hoy me habéis descargado la batería del teléfono», reconoce.
4 comentarios
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No véis normal que por respeto a las víctimas de este asesino se le saque del templo donde sus simpatizantes pueden ir a venerarlo?
@ Basta ya ...aquí por lo que parece ,los únicos que le dan bola o protagonismo han sido Sánchez y los suyos...ese era un tema que no le importaba a nadie ,hasta que Sánchez lo propuso como medida estrella para su gobierno... Sánchez con sus propuestas ha resultado ser muy Franco....
No le deis más bola!! Estamos hablando de un dictador!! No es alguien al que admirar, da vergüenza!
Que lo saquen y punto.