En declaraciones al terminar la comparecencia, el propio Boye ha explicado que la Fiscalía Antidroga había solicitado que se le impusiera obligación de comparecer quincenalmente en sede judicial o policial, no así una prohibición de abandonar el país. Finalmente, la jueza María Tardón ha decidido no adoptar medidas cautelares de restricción de su libertad, así que podrá acudir a la vista que Puigdemont tiene por la euroorden dictada desde España el próximo día 29 de octubre en Bruselas.
«La propia decisión de la juez deja muy claro que ella no considera que haya ningún tipo de razón para limitar mi ejercicio profesional ni mis movimientos», ha comentado Boye, después de que se le preguntara si en su opinión, esta citación puede tener que ver con su condición de abogado del expresident huido de la justicia: «Quiero entender que no. No debería ser así», ha sentenciado.
Sobre este asunto, fuentes jurídicas consultadas por Europa Press explican que Boye ha solicitado a la instructora el expurgo de cualquier documentación que se haya intervenido en los registros y que pueda comprometer el derecho de defensa del propio Puigdemont o de cualquier otro de los clientes de este letrado.
Según ha explicado, durante la comparecencia se ha limitado a «clarificar» una situación que a su juicio, ya estaba «bastante clara» y a ratificar las «manifestaciones» que él ya «había expuesto» ante este juzgado y en las que se desvincula de cualquier relación con actividades de blanqueo de capitales.
Con todo, sigue imputado en esta pieza secreta de la causa sobre Sito Miñanco: «Se seguirá la investigación porque se ha clonado mi teléfono móvil y mi correo electrónico y en la medida que se avance en eso, aclararemos cualquier extremo», ha apuntado.
El letrado ha incidido en que tanto él como su socia y defensora en este asunto Isabel Elbal, que además es su pareja, están «muy tranquilos» como ya lo estaban el lunes durante las 15 horas que se prolongó el registro. «La gente puede disparar lo que quiera contra mí pero evidentemente, lo que no van a encontrar es ningún indicio de criminalidad porque no lo hay», ha zanjado.
Boye comparecía como imputado después de que este lunes agentes de la UDEF registrasen su vivienda y su despacho profesional ante la sospecha de que se hubiese involucrado en el blanqueo de dinero del narcotráfico y en particular, de unos 900.000 euros en efectivo intervenidos a cinco personas en el aeropuerto de Madrid cuando se disponían a llevarlos a Colombia.
Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, el letrado ha alegado que su rol en este asunto se limitó a tramitar, tal y como le solicitó su cliente Sito Miñanco, la solicitud de devolución del dinero intervenido ante el Servicio de Prevención del Blanqueo (Sepblac), justificando mediante unos contratos (letras de un préstamo entre particulares) que el origen de ese efectivo era lícito.
Sin embargo, el Sepblac rechazó la documentación porque ya había sido utilizada con anterioridad para justificar otro dinero en el año 2015 y ahí las miradas se dirigieron a Boye. El abogado sostiene que si los contratos no eran 'limpios', la responsabilidad sería en todo caso de quien se los entregó para que los presentase.
Ha justificado, además, que se reunió con esas cinco personas a las que se había incautado el dinero en efectivo para explicarles precisamente, que el Sepblac no había aceptado la documentación, en una reunión que fue monitorizada por las fuerzas policiales y cuyo resultado obra en el sumario de la causa, adelantado por El Confidencial.
«Los hechos (por los que está imputado) serían la existencia de unos contratos con unos pagarés que se habrían utilizado para la recuperación de dinero en el Sepblac. El Sepblac en su momento consideró que esos hechos no eran constitutivos de delito y simplemente, una sanción administrativa a las personas que llevaban el dinero», ha resumido Boye ante la prensa.
Precisamente, justo antes de su declaración han comparecido ante la juez las dos personas cuya firma aparecía en aquellos contratos de préstamo entre particulares y que están siendo igualmente investigadas. Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press concretan que en este caso, Fiscalía Antidroga no ha solicitado la adopción de medidas cautelares.
Estas dos personas, de acuerdo a las fuentes consultadas, han declarado ante la juez Tardón que no conocían a Boye y que no tenían ninguna relación con él. Los contratos fueron suscritos en 2015, cuando el letrado todavía no representaba a Miñanco, si bien fueron utilizados después, en 2017, fecha en la que fue intervenido el dinero en efectivo en el aeropuerto.
2 comentarios
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Pues que quieren que les diga ...la compañera que le lleva la sombrilla,cual sirviente del siglo pasado (OJO FEMINISTAS) tiene una cara de susto que no puede más.
no se entiende que este señor sea tratado con tanta delicadeza...terrorista condenado ,aun debe una importante suma por el caso Revilla..en su momento se declaró insolvente...mantiene su patrimonio a nombre de testaferros.. y ahora esto ,en libertad y con unas medidas ridículas ...