El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, participa en un acto del partido en Guadalajara. | Pepe Zamora

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El jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, sigue pensando que el president de la Generalitat, Quim Torra, aún no ha condenado la violencia y le ha acusado de «señalar a los Mossos» cuando anuncia una investigación para depurar responsabilidades en el cuerpo por las cargas en los disturbios callejeros.

En una entrevista en La Sexta ha admitido también que sintió «vergüenza» al ver cómo funcionarios del Hospital Sant Pau de Barcelona organizaron una protesta con motivo de su visita a los policías ingresados por sus heridas en los disturbios.

En esa visita, ha recordado, no le recibió «ni la dirección del hospital público» por indicación, imagina, de la Generalitat, a la que ha señalado también como responsable de la organización de la protesta. «Sentí tristeza por ese hecho y un enorme orgullo por la Policía Nacional y los médicos» que están atendiendo a los agentes heridos, ha añadido.

Sánchez ha condenado que los agentes hospitalizados no hayan recibido una llamada de Torra agradeciéndoles su defensa «de las libertades de los catalanes frente a los violentos».

Porque, ha subrayado, los disturbios de la semana pasada en Cataluña en protesta por la sentencia del 'procés' no fueron unos enfrentamientos entre policías y manifestantes violentos, sino un ataque de los violentos a la sociedad catalana. «Y quien se ha puesto en medio para proteger a la sociedad catalana han sido los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil», ha apuntado.

Sánchez ha advertido también a Torra de que antes de llamar al presidente del Gobierno español lo que tiene que hacer es una «llamada de tarifa urbana» a los líderes del PSC, Ciudadanos y el PP en Cataluña, con los que hace «meses» que no habla.

Torra «se equivoca» al pensar que Cataluña es una y que él la representa, porque la realidad es que está «partida en dos», por lo que él tiene que reconocer a esa otra parte de Cataluña que no quiere independizarse, ha incidido.

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Sánchez también ha puesto en cuarentena la petición de ERC de retomar la propuesta surgida del encuentro de los dos presidentes en el Palacio de Pedralbes para abrir un diálogo entre partidos «sin condiciones».

El líder del PSOE se ha preguntado «qué significa» ese diálogo que reivindica el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés (ERC). «¿Hacer un diálogo fuera de la legalidad, fuera de la Constitución?», ha planteado.

Sánchez ha dicho compartir con Torra y Aragonés la existencia de un problema de democracia en Cataluña, pero que no surge como sostienen ellos del supuesto derecho de los catalanes a la autodeterminación sino de que hay responsables políticos al frente de las instituciones catalanas «que se quieren saltar la legalidad».

Ante la insistencia de los partidos independentistas en seguir aprobando en el Parlament resoluciones que insisten en el derecho de autodeterminación y que «contravienen» la doctrina del Tribunal Constitucional, Sánchez ha insistido en que, de formalizarse y aprobarse estas iniciativas, el Estado responderá de manera firme y serena.

«Quien traspase la frontera de la ley encontrará la respuesta firme y serena del Estado. No vamos a permitir que se quiebre la convivencia y se ponga en solfa la seguridad y las libertades de la sociedad catalana. Si eso no lo puede garantizar el presidente de la Generalitat, entonces tendremos un problema y responderemos de manera proporcional, pero responderemos», ha advertido.

Preguntado por posibles indultos a los líderes políticos condenados por el Supremo por su papel de dirección en el 'procés', ha vuelto a defender que «la sentencia está para ejecutarse y cumplirse en su totalidad».

En relación con los disturbios, ha reconocido disponer de información que indica que hay grupos interesados en «cronificar» esta crisis, si bien ha aludido dar más datos sobre la identidad de las personas o colectivos que están dirigiendo estas protestas.