Imagen de archivo de Josu Ternera. | Vincent West - PBEAHULOLCT - REU

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La sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París ha anunciado este miércoles que ha aplazado al 8 de enero la decisión que debe tomar sobre las dos euroórdenes españolas contra el histórico dirigente etarra José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera.

La presidenta del tribunal se limitó a señalar, durante la audiencia, que la sala no está en disposición de pronunciarse y que lo hará el mismo día en que debe dictaminar también sobre las dos demandas de extradición contra Urrutikoetxea.

Las dos euroórdenes emitidas por la Audiencia Nacional de Madrid son para juzgarlo por crímenes de lesa humanidad en tanto que miembro de la cúpula de la banda que decidía los atentados entre 2004 y 2007; y por financiación de la banda a través de las «herriko» tabernas, respectivamente.

La Fiscalía había solicitado a los jueces el 13 de noviembre que, antes de pronunciarse, pidiera a España que hiciera algunas aclaraciones sobre esta última. En concreto, el Ministerio Público pedía precisiones sobre hechos que implican a Josu Ternera y sobre la pena susceptible de aplicársele en caso de condena.

De acuerdo con los documentos que habían llegado a la sala de instrucción, esa pena sería de «al menos nueve años». El problema está en que no se establecía un techo máximo.
Josu Ternera tiene pendientes también dos demandas de extradición, sobre las que la sala de instrucción se pronunciará el 8 de enero, aunque no necesariamente habrá entonces una decisión de aceptación o rechazo.

Una se refiere a su presunta implicación en el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987, en el que hubo once muertos y decenas de heridos, y que en caso de ser juzgado y condenado le podría suponer entre 20 y 30 años de cárcel.
La otra, al asesinato en 1980 de Luis Hergueta, directivo de Michelin en Vitoria, la pena podría ser de hasta 30 años.

Además, la justicia francesa tiene dos causas abiertas contra él por sendas condenas que se le impusieron en rebeldía, una a siete años de cárcel en 2010 y otra a ocho años en 2017.

El veterano dirigente etarra de 68 años fue detenido el 16 de mayo, tras casi 17 años seguidos de clandestinidad, en la localidad de Sallanches, en los Alpes franceses, y desde entonces ha estado encarcelado en París.