Una mujer embarazada. | Pixabay

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Un estudio liderado por investigadores chinos sugiere que la COVID-19 no se transmite de las madres embarazadas a los recién nacidos.

El trabajo se publica en la revista Frontiers in Pediatrics y en él los autores describen que cuatro bebés nacidos de madres infectadas en un hospital de Wuhan (China), epicentro del nuevo brote de coronavirus, no mostraron signos de infección y siguen sanos a día de hoy.

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«Finalmente han surgido algunas buenas noticias», dice la revista, sobre un coronavirus que se ha extendido a decenas de países en todo el mundo; se trata del segundo estudio liderado por chinos que en el último mes apunta que las mujeres con la enfermedad COVID-19 durante el embarazo no infectaron a sus bebés.

Según informa la publicación en una nota de prensa, las cuatro madres dieron a luz en el Hospital de la Unión de Wuhan mientras estaban infectadas y ninguno de los lactantes desarrolló ningún síntoma grave asociado al COVID-19, como fiebre o tos.

No obstante, todos fueron aislados inicialmente en unidades de cuidados intensivos; tres de los cuatro dieron negativo en la prueba de infección respiratoria, mientras que la madre del cuarto niño rechazó el permiso para ejecutar dicha prueba.

Uno de los recién nacidos experimentó un problema respiratorio menor durante tres días que fue tratado con ventilación mecánica no invasiva, además dos bebés, incluido el que tenía problemas respiratorios, tuvieron erupciones en el cuerpo que desaparecieron por sí mismas.

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«Es imposible concluir si hay una conexión entre estos otros problemas médicos y la COVID-19», apunta Yalan Liu, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong y del departamento de Pediatría del Hospital de la Unión en Wuhan, quien señala: «no estamos seguros de que el sarpullido se debiera a la infección por este coronavirus».

Los cuatro bebés permanecen sanos y sus madres se han recuperado completamente.
En el estudio anterior con nueve madres infectadas, los científicos tampoco encontraron evidencia de que la infección viral pueda pasar a los niños; los nueve nacimientos se dieron por cesárea, al igual que tres de los cuatro embarazos en el estudio actual.

«Para evitar las infecciones causadas por la transmisión perinatal y postnatal, nuestros obstetras piensan que la cesárea puede ser más segura», dijo Liu, quien añade que sólo a una madre se le practicó parto vaginal y su bebé nació sin complicaciones; «tal vez el parto vaginal esté bien. Se necesitan más estudios», subraya esta experta.

En anteriores brotes de otros coronavirus, los científicos tampoco encontraron evidencias de transmisión viral de madres a hijos, pero tanto el SARS como el MERS se asociaron a abortos espontáneos o incluso a muerte materna, recuerda Liu.

Pese a los resultados del estudio que se publica este lunes, los autores recalcan que se necesitan más investigaciones sobre otros aspectos de la posible infección por COVID-19 en recién nacidos y niños.

Por ejemplo, la sensibilidad de la prueba de diagnóstico actual para detectar el virus es de alrededor del 71 %, por lo que sugieren evaluar su fiabilidad en los niños, informa el mismo comunicado.

Para ello, los investigadores están recogiendo muestras adicionales de los recién nacidos, incluyendo la placenta, el líquido amniótico, la sangre neonatal y el líquido gástrico, entre otros, para detectar posibles receptores del virus.