El presidente del Partido Popular, Pablo Casado durante su intervención en el pleno de control al Ejecutivo celebrada este miércoles. | Emilio Naranjo

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El presidente del PP, Pablo Casado, alimentó la posibilidad de abandonar el apoyo al Gobierno durante la sucesiva aplicación del plan de desescalada, ya que acusó a Pedro Sánchez de mentir, de no informarle nunca y de «hacer el ridículo», y por ese camino los populares no irán.

Un día después de conocerse el proyecto del Ejecutivo para transitar hacia «una nueva normalidad», la oposición lo criticó en el Congreso de los Diputados por el contenido y por el procedimiento seguido para la aprobación en el Consejo de Ministros.

PP, Cs y ERC coincidieron en lamentar que no hubieran sabido ningún aspecto del plan hasta que el presidente compareció por televisión.

El popular no fue el único partido que en la sesión de control del Congreso amenazó con un cambio de criterio.

Si bien ERC nunca votó a favor de los diferentes estados de alarma que se fueron autorizando, ya que se decantó siempre por la abstención, su portavoz, Gabriel Rufián, también dio pie a un giro: Ha pedido al Gobierno que reflexione sobre si quiere mantener el caudal de apoyos logrado en la investidura de Sánchez.

Comisión

El Congreso avaló el pasado martes por unanimidad la puesta en marcha de una comisión para la reconstrucción del país tras la crisis del coronavirus, pero Casado y Sánchez volvieron a escenificar la ausencia de sintonía.

El presidente del Gobierno exigió al líder del PP que deje atrás su «actitud intransigente» y otra vez le pidió que «arrime el hombro».

Pero también recriminó las políticas que el Partido Popular llevó a cabo en las comunidades autónomas en las que gobernó o en las que gobierna, caracterizadas, a su juicio, por recortes en el estado de bienestar y la precarización de las relaciones laborales.

El líder del PP, por su parte, pidió al presidente que deje de mentir y que le informe por una vez sobre sus planes. Casado lamentó horas antes de que Sánchez desgranara el plan de desescalada que no podía opinar sobre él sencillamente porque nadie del Gobierno le había comentado nada.

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Una vez conocido el contenido del plan, Casado lo criticó. «¿Nos puede decir cómo va a garantizar la desescalada si no sabemos cuántos asintomáticos se van a tomar el vermú?», le preguntó.

Sus reproches se extendieron además a la previsión de que habrá una nueva petición de prórroga del estado de alarma, que sería la cuarta.

Como Casado tampoco fue informado por el Gobierno sobre ello, a pesar de que el PP respaldó las tres autorizadas, espetó a Sánchez: «Puede seguir haciendo el ridículo, pero no nos pida que lo hagamos con usted».

El presidente y el líder del PP airearon sus diferencias. En cuanto terminó el minuto de silencio acordado por todos los grupos, en homenaje a las víctimas por el coronavirus, intercambiaron reproches.

También los intercambiaron Sánchez y el portavoz adjunto de Cs, Edmundo Bal. Ciudadanos es otro de los partidos que hasta la fecha dio su voto a favor a todas las prórrogas.

El diputado criticó el planteamiento del Ejecutivo para recalar en «la nueva normalidad» por cuanto no es «ni seguro ni serio».

Errores

Sánchez reiteró que él, como presidente, asume «en primera persona» los errores que cometió el Gobierno en la gestión a la crisis de la pandemia del coronavirus, pues errores hubo, y esto lo admitió el líder socialista, pero también aciertos.

ERC, aliado del PSOE y de Unidas Podemos en el Congreso desde que salió adelante la investidura de Sánchez, expresó su malestar con la gestión de la emergencia sanitaria.
Gabriel Rufián, quien preguntó a la vicepresidenta Teresa Ribera, encargada de coordinar el plan, pidió al Gobierno que reflexione sobre «si quiere mantener» el caudal de apoyo de la moción de censura de 2018 y de la propia investidura.

«¿Cuánto les importa la legislatura? ¿Mucho? ¿Poco? ¿Son conscientes de la alternativa a no dialogar y a no entenderse con nosotros?», enfatizó el portavoz de ERC antes de reprobar que a lo largo de los 47 días acumulados de sucesivos estados de alarma no haya habido diálogo.

Rufián también fue crítico con el plan de desescalada, plan que en líneas generales no sabe con detalle la oposición.