La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (c,d), entre otras autoridades, durante el acto de cierre en el interior del hospital de campaña del recinto ferial de Ifema este viernes. | Emilio Naranjo

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La Delegación del Gobierno en Madrid va a abrir una investigación para comprobar si se han cumplido las normas de seguridad establecidas en el real decreto del estado de alarma en el acto de clausura del hospital de campaña de Ifema.

El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha ordenado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que se investigue si se han vulnerado algunas de las normas básicas, entre ellas, las del distanciamiento social entre personas, reguladas en el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por la crisis sanitaria.

Fuentes de este organismo han indicado a Efe que se trata de esclarecer si las numerosas personas que han asistido al evento público han guardado la distancia de seguridad recomendada para evitar la propagación de la COVID-19, entre otros aspectos.

El recinto ha sido cerrado este sábado, tras permanecer 40 días abierto para aliviar la presión asistencial por la COVID-19, en un acto político presidido por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y que la oposición en bloque ha calificado de «espectáculo».

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La clausura del hospital temporal de Ifema se ha convertido en un acto multitudinario con una gran representación de políticos regionales y municipales, lo que ha provocado la imposibilidad de mantener las distancias mínimas de seguridad entre los asistentes, sanitarios o periodistas en algunos momentos, aunque todos iban con mascarillas y guantes.

Al acto de celebración de su «apagado», se ha unido la protesta de un grupo de sanitarios, que ha recibido a Díaz Ayuso al grito de «¿Dónde están los test?» y «Sanidad pública».

El ambiente festivo por el cierre de esta instalación -que durante semanas ha sido el símbolo de la magnitud del azote de la pandemia en Madrid- ha invitado a la presidenta a subirse incluso a un autobús allí instalado que vendía café, churros y bocadillos al personal sanitario, para fotografiarse.

La oposición ha cargado en bloque contra la presidenta madrileña, a quien han reprochado su «falta de respeto» a sanitarios y a todos los ciudadanos por el «espectáculo» multitudinario que ha montado la Comunidad para dar por cerrado el hospital de campaña.

El vicepresidente regional, Ignacio Aguado, ha rechazado que el acto haya tenido un carácter festivo, sino que ha sido un «reconocimiento explícito» a la labor de los miles de profesionales que han atendido a los pacientes que han pasado por el recinto ferial.