Estamos llevando eso que llaman ‘escraches', las protestas ante el domicilio particular de un político, a un nivel jamás visto. Que algunas de sus víctimas sean promotores de esta práctica vergonzosa no reduce su gravedad y la urgencia en que las autoridades las erradiquen. No es un tema de quién tiene la razón: la vida privada debe ser respetada.
Tampoco es admisible la manipulación del lenguaje, de la información, de las declaraciones, del mensaje que se lanza desde los partidos políticos e instituciones. En medio de mensajes prudentes y constructivos, que son más bien pocos, abundan las barbaridades que son especialmente más graves cuando se lanzan desde cargos cuya responsabilidad debería ser promover la cohesión y no el enfrentamiento.
Es auténticamente deplorable el mensaje que lanzan los medios de comunicación más marginales, tanto a la derecha como a la izquierda, casi todos ellos vinculados a algún partido político que tiran la piedra y esconden la mano. El insulto, la falta de respeto, la exageración, la mentira, la manipulación están en primer plano, sin el menor disimulo. El lenguaje barriobajero, belicista, en boca de quienes tienen responsabilidad en materia de gestión de la opinión pública es auténticamente condenable. Hay medios de comunicación de masas, incluso entre los de más consumo, que están deslizándose hacia posturas inconcebibles en una democracia. Sus colaboradores más radicales parecen hoy uno más en unas plantillas que rezuman odio.
Todos los gobiernos europeos han cometido errores garrafales en la gestión del coronavirus, salvo allí donde el virus, por razones que nadie entiende, ha sido más benevolente. Por un lado, esto exige comprensión, pero al mismo tiempo, los integrantes del Gobierno deben dejar de tergiversar la realidad, intentando dar vuelta a unas denuncias legítimas que debería responder desde la humildad de la que, obviamente, carecen.
España necesita recuperar una democracia en la que sea posible el diálogo, al menos de cara a la tremenda situación económica que nos espera: Europa nos va a tener que rescatar y, puestos a sufrir, siempre es mejor que haya al menos diálogo. No nos queda más remedio que convivir y para ello hay que cambiar la actitud. Así no vamos a ir lejos.
7 comentarios
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Señor Mato, Hoy estoy totalmente de acuerdo con usted. Visto con perspectiva, tras lo vivido estos meses uno entiende mejor cómo en la segunda guerra mundial muchos vecinos delataron a sus vecinos, condenándolos a una muerte segura en los campos de concentración. En una situación muchísimo menos estresante, hay vecinos en España que te gritan, insultan o agreden si entienden que no cumples las normas impuestas. No hay reflexión ni mucho menos humanidad. Gente normal convertida en pequeños inquisidores manipulados por los medios. Ahora no resulta difícil imaginar qué harían en una guerra, manipulados e incluso premiados por las autoridades por delatar a sus vecinos. Mucha gente bienintencionada convertida en monstruos. Es difícil ser justo y mantener los valores morales y la humanidad en situaciones difíciles. Gracias por su artículo.
Los partidos se han convertido en una suerte de estafa piramidal donde la suerte de los de abajo depende de los que han aupado al siguiente escalafón, y así sucesivamente. El mérito es irrelevante, lo importante es el compadreo, es la selección inversa de las especies. Con menos cargos políticos los partidos se vaciarían de lactantes y todo iría mucho mejor, un grupo reducido de expertos dirigiendo las energías en asuntos útiles y no en una sarta ineptos mareando con memeces como ahora. Quienes necesitan de verdad un despido colectivo son los partidos.
Parece que la tensión se ha hecho insoportable sólo cuando han comenzado las manifestaciones contra un gobierno de izquierdas y se ha hecho uno, repito, sólo UN escrache a un político comunista. Quizás lo que moleste es que las calles ya no sean sólo suyas. Quizás que quedan en evidencia los remedios socialistas a problemas reales
Pues lo primero sera cambiar a TODOS los puestos relevantes de la politica y de las instituciones y organizaciones publicas y poner a gente en lugar de a personajuchos incompetentes y totalmente avidos e irresponsables que se dedican a despreciar e ignorar a los profesionales y a legislar y actuar en contra de toda justicia, de todo respeto y de todo sentido comun.
Es que hay que comprender: Escraches contra personas de derecha .. Logico, aplaudir, alabar Escraches contra personas de izquierda..Indignantes, rechazables perseguibles etc...
Después de haber vivido en este país multifacético, multicultural y maravilloso como residente extranjero, me rompe el corazón ver a España al borde de destruir su belleza infinita para las ideologías políticas que han demostrado a lo largo de la historia que solo causan caos, destrucción y dolor... ¿Por qué los españoles no pueden ver lo que yo, como extranjero, puedo ver: que España es un GRAN país JUSTO POR LA MULTITUD de diferentes tradiciones, cocina, estilos de vida y mentalidades? ¿Por qué los españoles no pueden ver la extraordinaria suerte de vivir en su mosaico perfecto de diferencias? ¿Quieren Yugoslavia? Tan pronto como España pierda su maravillosa unidad, se volverá insignificante, sin orgullo, sin la excelencia que lo convirtió en un lugar maravilloso para vivir. Se convertirá en un puzzle donde falta una o otra pieza y será incompleto...
A mi entender, se trata principalmente de una tensión política. Para mi, la tensión social se refiere a desempleo, huelgas, etc.