El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante su intervención en el pleno. | Efe

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El decreto de la «nueva normalidad» ha contado con el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso, al sumarse finalmente también el PP al voto favorable de los socios del Gobierno y el de Cs y PNV, entre otros, mientras que VOX, ERC, JuntsxCat y EH Bildu se han posicionado en contra de su convalidación.

A falta de la votación final, la Cámara Baja ha dado luz verde a la convalidación de este decreto que establece las medidas de prevención necesarias en esta fase de «nueva normalidad» y los instrumentos legales y operativos para dar una respuesta coordinada ante eventuales rebrotes de la covid-19.

El PP, que ha sido duda hasta el último momento, ha justificado el sí por la posibilidad de mejorarlo en su tramitación como proyecto de ley, ya que, según la presidenta segunda de la Cámara, Ana Pastor, que ha defendido la posición de los populares, se trata de un texto «exiguo» y debe completarse.

Durante su intervención, en la que ha agradecido el trabajo del Ministerio de Sanidad y su titular, Salvador Illa, ha subrayado también los múltiples «errores» cometidos.

En apoyo del decreto ha salido el PNV, por ser además uno de los que ha intervenido en su negociación, según ha subrayado el portavoz, Aitor Esteban, quien ha pedido que la vigencia del decreto sea la menor posible y por eso, ha dicho, no ve la necesidad de que se tramite como proyecto de ley.

Y en este sentido ha advertido que quienes pretendan utilizar este procedimiento para hacer cambios legislativos con el fin de «recentralizar y redefinir competencias sanitarias» no contarán con su apoyo.

Ciudadanos ha sido otro de los interlocutores del Ejecutivo en la elaboración del decreto, que ha defendido su tramitación como proyecto de ley para poder ahondar en la respuesta ante posibles rebrotes con medidas más ágiles para adoptar confinamientos localizados, ha afirmado su portavoz adjunto, Edmundo Bal.

Ha criticado a ERC y EH Bildu por vincular su voto a la negociación del Gobierno con Cs y ha señalado que básicamente les da igual el contagio de la enfermedad si Cs está en el acuerdo: «Les falta gritar, 'Viva la muerte'», ha señalado.

Entre los que votan sí está también Tomás Guitarte, de Teruel existe, quien ha lamentado que durante la alarma muchas restricciones estuvieron pensadas para grandes ciudades y no zonas despobladas y ha pedido tener en cuenta a la España vaciada para estas cuestiones.

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José María Mazón, del PRC, también ha confirmado su apoyo por entender que las medidas son adecuadas y lo mismo ha hecho Ana Oramas, de Coalición Canaria, aunque ha alertado del «coladero» de posibles infecciones a través de las personas que utilizan los aeropuertos de Madrid y Barcelona como tránsito para otras zonas.

Por parte de los socios del Gobierno, ha hablado e presidente del grupo de Unidas Podemos, Jaume Asens, quien se ha centrado sobre todo en cargar contra Vox por llamarles «asesinos» y «criminales» durante este tiempo, acusando al partido de Santiago Abascal de algunas amenazas en las redes sociales.

«Mientras ustedes nos apuntan, otros nos disparan», ha asegurado refiriéndose al vídeo en el que se ve a un hombre que hace prácticas de tiro con fotografías de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, entre otros.

Al señalar como responsable a una persona de la seguridad de Vox, el diputado de este partido Ignacio Gil Lázaro ha pedido la palabra para asegurar que eso es falso, como ya lo desmintió Vox, y ha pedido a Asens que lo retire o se informe mejor.

En contra del decreto, se ha posicionado ERC, cuyo diputado Francesc Eritja ha reprochado al Gobierno que haya despojado a las comunidades de su capacidad de tomar decisiones y que no haya consensuado las decisiones: «Nuestro no sigue siendo un aviso a navegantes. El diálogo y la negociación se practican a diario».

Un posicionamiento compartido por EH Bildu, cuya portavoz, Mertxe Aizpurua, ha lamentado que el Gobierno haya pactado este decreto «con la derecha», una actitud que, si bien comprendió durante el estado de alarma con excusa de «salvar vidas», ahora no lo considera justificable.

En la misma línea se ha pronunciado Concepción Cañadell, de Junts, que ha lamentado el «paternalismo centralista» de esta norma, mientras que Albert Botrán, de la CUP, ha reclamado que «no vuelva la recentralización que se demostró inútil».

Desde Vox, su portavoz de Sanidad, Juan Luis Steegmann, ha justificado su posición porque consideran que este decreto «es un alegato en defensa de la negligente acción del Gobierno».

Ha cargado también contra la OMS, a la que ha acusado de ser «un organismo genuflexo a las órdenes del Gobierno comunista chino» y ha exigido al Gobierno que deje de contribuir a su financiación, además de arremeter contra la «debilidad» que ha mostrado Europa. Y la posición de Joan Baldoví, de Compromís, ha sido la abstención porque aprecia signos positivos del Gobierno como el del reparto del fondo autonómico, pero cree que aún tienen que mejorar algunas cosas.