El otoño será con gran probabilidad más cálido y seco de lo normal.

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El otoño, que comenzará el martes 22 de septiembre a las 15.31 horas, será con gran probabilidad más cálido y seco de lo normal en toda España, al menos 0,6 grados centígrados (ºC) de media más caluroso, tras el noveno verano más cálido desde que hay registros, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Durante la rueda de prensa estacional de la AEMET, la portavoz Beatriz Hervella ha pronosticado que la señal de la predicción para los meses de octubre a diciembre apunta que hay «una mayor probabilidad» de que las temperaturas estén en el tercil cálido respecto al periodo de referencia 1981-2010 y las precipitaciones en el tercil inferior en toda España, lo que se traduce en que será más seco y más cálido de lo que indican los valores normales.

En concreto, ha dicho que, al menos será una media de 0,6ºC más cálido pero que esta anomalía podría alcanzar 1ºC en los sistemas Ibérico, Central, los sistemas montañosos del noroeste y en la Sierra de Cazorla.

Además, la estación llegará tras un verano de carácter también cálido, que, según ha precisado el portavoz Rubén del Campo, ha tenido una temperatura media de 23,9ºC, es decir, 0,9ºC más cálido de lo normal. Esta anomalía se deben en mayor medida a las máximas, donde la anomalía alcanzó 1,1ºC, que a las mínimas que también fueron 0,7ºC más calurosas que los valores climatológicos.

Por meses, el mes con mayor desviación fue julio que tuvo un carácter «muy cálido» con una anomalía de 2,2ºC superior al valor normal; frente a junio que tuvo un carácter normal, con apenas 0,1ºC por encima de la media, y agosto, que resultó muy cálido, con una media de 0,8ºC superior al valor normal.

Del Campo ha destacado, de hecho, que junio ha sido el único mes de 2020 que ha tenido una temperatura media normal y ha añadido que, de hecho, el año natural, desde enero hasta el mes de agosto empata con 2017 que fue el año más cálido de la serie, pues se acumula una temperatura media de 17,1ºC, que es 1,4ºC más cálido de lo normal.

«Si septiembre acaba con más calor de lo normal, el año 2020 ya sería más cálido de lo normal en España desde que hay registros y, de momento, la primera quincena de septiembre sí está siendo cálido», ha destacado.

De hecho, ha explicado que este año es el noveno más cálidos de este siglo y también el noveno más cálido desde que comenzó la serie, en 1965, lo que significa que los nueve años más cálidos desde que hay registros en España se han producido en el actual siglo, y 2020 es también el sexto verano consecutivo que termina con carácter «cálido», lo que confirma «la tendencia al calentamiento».

Del Campo ha agregado que esta tendencia no se observa solo en tierra, sino que también se observa en el entorno oceánico, ya que el mar Mediterráneo ha alcanzado este verano la cuarta temperatura más cálida en superficie desde 1981, ya que ha estado entre 0,8 y 0,9ºC más cálido de lo normal y ha aumentado en verano en 1,6ºC desde los años '80. «El Mediterráneo se está calentando claramente», ha insistido. No obstante, en 2020 el agua de superficie del Atlántico ha estado ligeramente por debajo de lo normal.

En cuanto a las olas de calor, el portavoz ha indicado que en el periodo junio-septiembre se han registrado dos: la primera «muy larga» del 25 de julio al 2 de agosto que dejó «las jornadas más cálidas de la estación» y varios récord, como el del aeropuerto de San Sebastián, que el 30 de julio alcanzó 42,2ºC, la temperatura más alta desde que comenzaron sus registros en 1956; o el del 2 de agosto en Melilla, cuando no se bajó de 31,8ºC, la mínima histórica más alta en la ciudad autónoma.

La segunda ola de calor se dio entre el 6 y el 10 de agosto, que dejó y en Canarias hubo un episodio cálido, entre el 25 y el 27 de agosto. Ese día, el 27 de agosto, la temperatura mínima del aeropuerto de Tenerife se llegó a una mínima de 29ºC, la más alta de una serie que comenzó en 1941.

En este contexto, Hervella ha precisado también que junto con estas dos olas de calor de 2020, se cierra una década en la que las olas de calor han ido en aumento. En concreto, en el último decenio se han registrado 23 olas de calor, frente a las 11 o 12 de media que se contabilizaron en las tres décadas anteriores. Desde el año 1975 se han contabilizado en España 67 olas de calor, de las que en torno a un tercio, 23, se han producido de 2010 a 2020.

Por tanto, Del Campo ha hecho hincapié en que «prácticamente se ha duplicado» su número en los últimos diez años y, además se ha duplicado también el número medio de días al año en el que España ha estado bajo las condiciones de ola de calor.

En la última década el número de días al año eran 14, mientras que en las tres décadas anteriores la media era de 6 días, lo que según Hervella supone que «en los últimos diez años se ha soportado en España más del doble de días en situación de ola de calor» y también ha observado un «ligero aumento» en la intensidad de las mismas. «Actualmente en España se registran más olas de calor, más largas y más intensas que en décadas anteriores», ha sentenciado.

En la misma línea, Hervella ha destacado que el número de días en el que el índice térmico universal, que mide el estrés térmico al que están sometido el cuerpo humano, supera en 2020 el número medio de días del año 2003, cuando se registró una ola de calor histórica que provocó 65.000 muertes en Europa, de las que 10.000 se atribuyen a Francia y 35.000 en España. «Este año estamos teniendo más días con estrés térmico extremo que en 2003» ha insistido.

En cuanto a las precipitaciones, este verano se registraron valores en torno a los normales con un junio húmedo, un julio seco y un agosto húmedo, que dan un verano húmedo en su conjunto, con una media de 75 litros por metro cuadrado.

Por zonas, el verano fue húmedo o muy húmedo en el norte y en el este peninsular, así como ambos archipiélagos, y seco en general el suroeste peninsular, buena parte de Andalucía y Canarias. No obstante, las precipitaciones fueron «irregulares» y en muchas ocasiones en forma de chubascos tormentosos.

El portavoz ha explicado que una depresión aislada en niveles altos de la atmósfera (DANA) los días 11 y 12 de agosto, dejó precipitaciones récord en Córdoba, con 58 litros por metro cuadrado, el día más lluvioso de agosto de su historia de datos, que comenzaron en 1959 y el más lluvioso del verano y en Ciudad Real, con 28 litros por metro cuadrado, el más lluvioso en agosto desde en 1971 empezó a acumular los datos.

Por otro lado, una ciclogénesis explosiva sobre las islas británicas «inusualmente profunda» para ser verano, dejó «abundantes precipitaciones» en Galicia y Asturias a mediados de agosto.

En esa línea, el año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre de 2019 y que terminará el próximo 30 de septiembre está resultando un 11 por ciento más húmedo de lo normal y, según Del Campo, en «casi todas» las cuencas ha llovido por encima de los valores normales, excepto en las del Guadiana, Gualquivir y Sur, donde las lluvias acumuladas son inferiores a los valores normales.

También el año natural, de enero a agosto, está teniendo un carácter húmedo y coincide en el dato con el año hidrológico, pues está resultando un 11 por ciento más lluvioso que los valores normales.

Por último, los meteorólogos señalan que fuera de España también se han batido récords, ya que este 2020 tiene el segundo junio, el tercer julio y el cuarto agosto más cálidos del planeta desde 1880 y destacan que los cinco agostos más cálidos de la Tierra han tenido lugar en los últimos cinco años y la extensión del hielo marino del Ártico fue la menor para el mes de julio desde que comenzó a monitorizarse en 1979.