La sentencia, que estima una demanda de la sección sindical de UGT en el Ejecutivo autonómico, aclara que la trabajadora solicitó a principios de año cuatro días de vacaciones, del 13 al 17 de abril, y que tras decretarse el estado de alarma que se prolongó hasta el 21 de junio, envió un whatsapp el 24 de marzo para anularlas por coincidir con el confinamiento general y volvió a solicitarlo el 2 de abril.
El fallo judicial asevera de manera textual que si la trabajadora «no puede salir de su casa por confinamiento forzado no serán vacaciones, no se corresponderá ese período con un legítimo y constitucional derecho al descanso anual que todo trabajador ha de tener».
La sentencia compara el caso con la situación generada por una incapacidad temporal y matiza que «cuando un trabajador cae en situación de incapacidad temporal antes o durante el disfrute de las vacaciones, conserva el derecho a disfrutar sus vacaciones en un período ulterior», por lo que «parece razonable y lógico que si se ve afectado por una causa de fuerza mayor que condicione de modo directo sus vacaciones, conserve su derecho a disfrutarlas».
«Obviamente todo disfrute de vacaciones conlleva la posibilidad de que el trabajador pueda descansar de la prestación anual de servicios para un tercero, esto es, que pueda desplazarse, salir de su domicilio, tener su ocio particular, visitar familiares, hacer deporte, etc...», agrega la sentencia.
Además, aclara que, aunque el Gobierno de Cantabria alegó en el juicio que el centro donde trabaja la demandante (un instituto de enseñanza secundaria) tuvo durante el confinamiento «una actividad administrativa mínima» y que si no se la convocó a trabajar fue porque estaba de vacaciones, «no tiene culpa o responsabilidad alguna en que su período de vacaciones coincidiera con una pandemia y, además, se constata que ya el 24 de marzo la trabajadora advirtió que su período de vacaciones coincidiría con el confinamiento, recordatorio que reiteró el 2 de abril; este proceder impide calificar como maliciosa o fraudulenta la actitud laboral de la demandante».
La sección sindical de UGT se congratula de esta sentencia del Juzgado de lo Social número 3 y subraya que «el estado de alarma no puede ser justificación para que los trabajadores pierdan unos derechos laborales contemplados en el convenio colectivo».
«Durante el estado de alarma se han tomado medidas que rayaban el incumplimiento, se han establecido jornadas y horarios sin negociación previa con el comité de empresa y se han generado multitud de conflictos laborales que no pueden justificarse sólo por el hecho de estar viviendo una pandemia», agrega el sindicato en un comunicado de prensa.
UGT añade que estas situaciones de conflicto laboral se han producido incluso en cuestiones de conciliación familiar y laboral, donde el plan MeCuida no ha dado respuesta a una necesidad social y su ampliación hasta el 31 de enero de 2021 sin completarlo con un permiso retribuido, sigue sin dar solución a las situaciones de cuidado.
El sindicato destaca que en esta sentencia subyace la imposibilidad de realizar teletrabajo para prácticamente todo el personal laboral del Gobierno de Cantabria, y subraya que la interpretación de vacaciones disfrutadas de la Consejería de Educación «no tiene sentido alguno» cuando coincide con un cierre nacional de centros educativos y con unos trabajadores a los que se no se dio opciones de teletrabajo.
3 comentarios
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solo a un empresario y encima mediocre le puede parecer que estar encerrado sin poder salir son vacaciones. Deberian saber los señores que un empleado descansado y feliz rinde mucho más por tanto aumenta la productividad de este por tanto mejora las ganancias de la empresa. Pero el empresario mediocre piensa en corto, en dinero de bolsillo inmediato para el, si arruina España se la sopla. Por eso exige a los trabajadores hacer el trabajo de dos y de tres para mantener a la gente en erte y que pague el gobierno sin pensar que arruina al trabajador y al gobierno. Pero después sale el trabajador tonto que aun defiende al empresario tacaño. Madre mia que daño hace la derecha. Quemando al trabajador, feliz el empresario. Que el empleado vuelva sonriente pq ha podido hacer algo con el dinero que se suda, empresario cabreado y dispuesto a aumentar la presión. Es triste que no sepamos más que contar con los dedos.
Si las empresas y los autónomos con trabajadores ya están al borde de la quiebra vamos a darles un empujoncito más..... Vaya jeta los sindicatos y vaya falta de solidaridad de la trabajadora....
Aquí tenéis la falta de sentido común de la justicia la cara dura de la educadora y la sin vergüenza del sindicato lis trabajadores auténticos sufren por lis Ertes falta de trabajo y poder comer los funcionarios les interesa vacaciones