Pero el mes de octubre ofrece otra cita astronómica para los aficionados de las estrellas y la observación del cielo: las oriónidas. Este miércoles 21 de octubre es una fecha destacada en el calendario astronómico ya que se espera que 2020 sea un «año bastante bueno» para contemplar esta lluvia de estrellas puesto que «su máximo se producirá con la Luna creciendo», destacan desde el Observatorio de Astronomía del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Aunque, eso sí, su visibilidad dependerá en gran medida de las condiciones climatológicas. La denominada como borrasca Bárbara entró este lunes por el oeste peninsular y generará lluvias abundantes e intensas que afectarán a prácticamente toda la península.
Según la Agencia Estatal de Metereología (Aemet), se espera que durante el miércoles y el jueves lleguen «nuevos frentes atlánticos que seguirán produciendo lluvias, más probables e intensas en las vertientes atlántica y cantábrica y, por el contrario, menos probables en el área mediterránea».
Las oriónidas suceden cada año entre el 2 de octubre y el 7 de noviembre, aunque su máxima actividad tiene lugar en la noche del 21 al 22 de octubre. Tienen una actividad moderada, de entre 15 y 70 meteoros por hora, y una velocidad de 66 kilómetros por segundo.
Los meteoros de las oriónidas son restos del cometa 1/P Halley, que orbita alrededor del Sol cada 76 años y cuya última visión desde la superficie terrestre fue en el año 1986. «La Tierra atraviesa un anillo poblado con los fragmentos desprendido del cometa Halley» y cuando uno de ellos entra en contacto con la atmósfera «se calcina por la fricción con el aire creando así el resplandor luminoso que conocemos como estrella fugaz», explican desde el IGN.
La radiante de las oriónidas se encuentra en la popular constelación de Orión, que domina el firmamento. Es visible al ojo humano a partir de la media noche en dirección este y está formada por tres estrellas principales de gran brillo situadas una al lado de otra.
¿Cuál es el momento idóneo para disfrutar de este fenómeno? «Con una luna acercándose a su fase de cuarto creciente, el mejor momento para la observación será la segunda parte de la noche, una vez que la luna se haya puesto», aseguran los expertos del IGN.
Para poder verlas no necesitarás prismáticos o telescopios, basta con ubicarse en un lugar que proporcione un cielo nocturno despejado y alejado de la contaminación lumínica. Es aconsejable observarlas en una zona con pocos obstáculos para la vista, como árboles, montañas o edificios.
Aunque provengan de la constelación de Orión, «se pueden ver en cualquier parte del cielo» y conviene «dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna». Si quieres disfrutar de las oriónidas, escoge el lugar idóneo, túmbate y no te olvides de llevar ropa de abrigo.
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