El líder del PP, Pablo Casado, ha condicionado este lunes su apoyo al estado de alarma a que no dure más de ocho semanas y a que se apruebe «de una vez» un marco legal con una modificación de la ley 3/86 que podría estar listo ya en diciembre. | Youtube: Europa Press

TW
22

El presidente del PP, Pablo Casado, ha condicionado el respaldo de su partido al estado de alarma a que dure un máximo de ocho semanas y la aprobación de un plan B jurídico para restringir la movilidad con una ley orgánica a partir de diciembre. El Gobierno le ha pedido que no ponga condiciones, y se mantiene firme en los seis meses para el estado de alarma.

Casado ha comunicado al Gobierno de Pedro Sánchez estas dos condiciones para que el PP vote a favor de un estado de alarma que considera la «constatación de un fracaso», según ha explicado durante su intervención en la clausura del 23 Congreso Nacional de la Empresa Familiar en Madrid.

Los gabinetes del Ejecutivo y del PP están en contacto desde este domingo y Casado espera tener la «oportunidad de hablar durante esta semana».

El PP cuestiona el estado de alarma decretado por Pedro Sánchez por considerar a las autonomías como autoridad delegada y por esquivar tanto el control parlamentario como judicial durante un plazo de seis meses.

Noticias relacionadas

Posteriormente, la ministra de Política Territorial y Función Publica, Carolina Darias, se ha mostrado firme en la voluntad del Ejecutivo central de establecer en seis meses la prórroga del estado de alarma ante la exigencia del líder del PP, Pablo Casado, de que dure tan solo ocho semanas.

«Hago un llamamiento a que el PP no ponga condiciones», ha pedido Darias a Casado durante la rueda de prensa posterior a la Conferencia de Presidentes.

En esta intervención, la ministra de Política Territorial ha subrayado las palabras del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de que el Gobierno trasladará al Congreso la necesidad de que el estado de alarma dure seis meses porque, según ha defendido, es el tiempo que recomiendan los expertos y va en línea de las decisiones del resto de países europeos para controlar la pandemia.

Eso sí, según ha explicado la ministra, se trata una propuesta con una duración máxima, pero dependerá de la evolución de la pandemia si se levanta antes.