Un grupo de inmigrantes frente un cordón policial en Ceuta en una imagen de archivo de la semana pasada. | JALAL MORCHIDI

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La Unión Europea ha advertido este lunes a Marruecos de que su objetivo no es suspenderle las ayudas económicas y que parte de ellas están destinadas a apoyar el esfuerzo del país alauita frente a la inmigración ilegal.

«Se ha hablado de que se van a suspender las ayudas pero este no es el objetivo, aunque hay algunas condicionadas a los comportamientos» y, en especial, con los países miembros de la comunidad europea, ha señalado este lunes el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.

En una entrevista en Onda Cero, Borrell ha subrayado que las ayudas millonarias que Marruecos recibe de la UE «no son solo para mantener la inmigración» sino que también recibe muchos fondos para «ayudar a su población, a su economía y, de momento, hay un esfuerzo para que las cosas sigan así».

El dirigente europeo ha analizado el desafío de Marruecos a España, y ha considerado que un país no puede pretender tener «buena relación con unos Estados de la UE y con otros no» ya que la Unión Europea «es una suma de Estados que se basa en la solidaridad mutua» cuya fuerza se basa en la unidad de acción.

Así pues, «las malas relaciones coyunturales con un Estado miembro tienen repercusión en las relaciones con toda la Unión», ha advertido antes de reiterar que «las ayudas que se conceden a Marruecos tienen un fin, no son incondicionadas y parte de estas ayudas están destinadas a apoyar el esfuerzo de Marruecos frente a la inmigración ilegal».

Para Borrell resulta claro que «uno de los grandes fracasos de la Unión Europea es que no haya sido capaz de definir una política común de inmigración» porque los países del sur creen que la propuesta de la comisión «no es equilibrada y que el reparto de la carga no es el adecuado».

También ha sido cuestionado por la situación del presidente del Frente Polisario, Brahim Ghali, hospitalizado en España por una decisión del Gobierno que ha sido el supuesto detonante de la crisis que llevó a unos 8.000 inmigrantes a entrar de manera irregular en Ceuta en un solo día, y además citado por la Audiencia Nacional.

El exministro de Asuntos Exteriores ha subrayado que «en España vivimos en un Estado de derecho con separación de poderes, y el Gobierno no puede decir a los jueces lo que tienen que hacer con Ghali».

Finalmente, sobre el Sahara y su soberanía, el alto comisionado ha señalado que la Comisión Europea «no tiene nada que decir» ya que la política exterior es competencia exclusiva de los Estados miembros, por lo que la UE «ni reconoce ni deja de reconocer, no tiene competencias para reconocer».