La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich. | Javier Otazu

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Marruecos acusó este lunes a España de romper la confianza y el respeto mutuo en un comunicado en el que Rabat justificó la crisis entre ambos a la indefinición de España en relación al Sáhara, explicación que fue calificada de «inadmisible» por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Para Sánchez, el que Marruecos diga «que se atacan las fronteras, que se abren para que entren 10.000 personas en un país vecino por desavenencias y discrepancias en política exterior» es «absolutamente inadmisible».

En una conferencia de prensa junto a su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, Sánchez respondió así al Ministerio de Exteriores de Marruecos, que manifestó que la crisis bilateral no se debe al hecho de que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, esté ingresado en un hospital español, sino a la posición de España sobre el Sáhara.

«La crisis no se reduce a un hombre: no comienza con su llegada, ni terminará con su partida. Se trata, ante todo, de una cuestión de confianza y de respeto mutuo rotos» entre ambos países, advirtió Marruecos, que espera «una aclaración, sin ambigüedades, por parte de España, de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones» sobre la cuestión del Sáhara.

En respuesta, Sánchez expresó su perplejidad y rechazo: «Si lo que se está diciendo es que Marruecos ha utilizado la inmigración, el asalto de las fronteras españolas por más de 10.000 marroquíes en 48 horas, a mí me parece absolutamente inaceptable y por tanto rechazo esa declaración», aseguró.

Tensión fronteriza

Sánchez se refirió así a la llegada, hace dos semanas de entre 8.000 y 10.000 personas -unos 2.000 menores entre ellas- cruzaron ilegalmente la frontera desde Marruecos a Ceuta, lo que produjo una fuerte tensión fronteriza y problemas de asistencia humanitaria para atender a esa llegada masiva de inmigrantes.

Inicialmente, España interpretó que la avalancha se debía al hecho de que el líder del Frente Polisario hubiera sido acogido «por razones humanitarias» y estuviera siendo tratado en un hospital de Logroño por un caso grave de coronavirus, pero dicha interpretación quedó desmentida por el comunicado marroquí.

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Para Sánchez, la actitud de Rabat no es justificable, sobre todo cuando España «concibe su relación con Marruecos desde un punto de vista estratégico».

«La buena vecindad y necesaria relación bilateral se debe cimentar sobre el respeto y la confianza», subrayó Sánchez, quien advirtió de que el «respeto y la confianza no se construyen si lo que se está diciendo es que por una desavenencia no se respetan las fronteras».

«No es aceptable y por tanto lo rechazo», zanjó no sin antes apuntar que Marruecos «no debe olvidar que no tiene ni mejor ni mayor aliado en la UE que España», que es un «interlocutor imprescindible, necesario y privilegiado» con Europa.

En respuesta, Marruecos hizo público un segundo comunicado en el que, en un tono visiblemente más conciliador que en anteriores comunicados, aseguró que la crisis bilateral «no está ligada a la cuestión migratoria».

«Ninguna de las últimas declaraciones de responsables diplomáticos marroquíes evocan de ningún modo la cuestión migratoria», aclaró el Ministerio de Exteriores marroquí, quien se preguntó «si el señor presidente del Gobierno español ha leído las distintas declaraciones sobre esta crisis».

Para Marruecos, la acogida de Ghali en España para ser tratado en un hospital «ha revelado la connivencia de nuestro vecino del norte con los adversarios del Reino para socavar la integridad territorial».

El Gobierno niega que entrasen yihadistas sirios en la avalancha de Ceuta

La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, negó ayer que entrasen yihadistas sirios en Ceuta durante las jornadas del 17 y 18 de mayo aprovechando el acceso de más de 8.000 personas por el espigón fronterizo del Tarajal que separa la ciudad de Marruecos. En declaraciones a los periodistas, Salvadora Mateos calificó como «un bulo malintencionado» que se difundiera esta información y pidió que se vaya acabando con las «noticias falsas». La delegada del Gobierno afirmó que «no ha habido problemas de este tipo» en relación con el posible retorno de sirios que hubieran tenido relación con el terrorismo yihadista.