El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presenta los planes del Ejecutivo para lograr una recuperación «justa» en la que el crecimiento se traduzca en «cohesión social» y «solidaridad». | Youtube: AGENCIA EFE

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este miércoles, en un acto de apertura del curso político, que el Ejecutivo tiene la voluntad de abordar la «subida inmediata» del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) «en lo que queda de año».

El anuncio de Sánchez se produce el mismo día en el que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha convocado a los agentes sociales para tratar la subida del SMI.

En una comparecencia en Casa América, Sánchez ha asegurado además que su Ejecutivo trabaja ya en la redacción de los nuevos presupuestos generales del Estado para 2023, que se presentarán entre «finales del mes de septiembre y principios del mes de octubre».

La premisa del Gobierno es que «nadie puede quedar atrás» y que no habrá recuperación económica si ésta no es «justa».

Por eso trabaja para que en 2023 el salario mínimo se sitúe en el 60 por ciento del salario medio, ha apuntado Sánchez, que se marca también como objetivo «hacer de España un país mejor que antes de la pandemia».

El jefe del Ejecutivo ha agradecido que los sindicatos y los empresarios hayan mantenido la «paz social» durante la pandemia y hayan alcanzado múltiples acuerdos.

«No estamos como hace un año, estamos mucho mejor», ha afirmado Sánchez, que ante representantes de la economía, el fútbol o la cultura ha destacado los avances ya logrados y ha defendido que los estímulos económicos deben continuar.

Además, ha pedido no olvidar en la recuperación las lecciones que deja la pandemia, como la importancia del Estado y de lo público.

El estado del bienestar debe así salir «reforzado» del «embate» en asuntos como la sanidad, la educación, la protección social a través de pensiones o el ingreso mínimo vital o la investigación.

Y ha abogado por mantener el «impulso reformista», que ha opuesto a las contrarreformas que quitan derechos. Se compromete a «avanzar y no involucionar» y a encarar la revolución «digital y verde» desde una perspectiva «integradora» tanto desde un punto de vista social como generacional y de género.