«La unilateralidad es una vía no violenta, y por lo tanto es una vía legítima, es una vía que no somos los primeros en seguir, lo han seguido otros precedentes en el mundo que han sido avalados por la Justicia internacional», dijo Puigdemont a la prensa en Oristán, donde se ha reunido con un grupo de autoridades locales independentistas de la isla italiana, donde fue detenido el jueves y puesto en libertad el viernes,
En su opinión, «es un último recurso», pero añadió: «Nadie nos puede negar este derecho, nadie que se niegue a negociar con Cataluña el derecho a la autodeterminación, nadie tiene el derecho después a negarnos el derecho a la unilateralidad, obviamente».
«Después de intentarlo todo, con las derechas y las izquierdas, con los que les damos apoyo y con los que no, si finalmente la respuesta continúa siendo no, y el único proyecto alternativo a la independencia es el que estamos teniendo, cuatro años de represión, de nuestros derechos y nuestros recursos, tenemos todo el derecho político, moral, de justicia para ejercer la unilateralidad cuando estemos en las condiciones para ejercerla», aseguró.
El de este domingo es uno de sus últimos actos de Puigdemont en Cerdeña, antes de partir el lunes a Bruselas para seguir con sus labores como eurodiputado.
El líder independentista fue arrestado el jueves en el aeropuerto de Alguer, por una orden del Tribunal Supremo español, aunque salió de la cárcel de Bancali en la ciudad de Sassari el viernes, cuando el Tribunal de Apelación decidió que no le iba a imponer medidas cautelares de ningún tipo ni restricciones de movimiento.
Puigdemont volverá a la isla el 4 de octubre para comparecer en la vista en la que se analizarán si se dan las condiciones para su entrega a España, aunque fuentes italianas cercanas al caso han explicado que si no estuviera físicamente presente en territorio italiano, el tribunal establecerá «no lugar a proceder» y terminará el procedimiento judicial.