Interior del PAC Arquitecte Bennàssar.

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El presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC), Salvador Tranche, ha reclamado un refuerzo de entre 6.000 y 7.000 profesionales en la Atención Primaria en España, que ha atendido al 90 % de pacientes de COVID-19, y que está «en una situación crítica».

En la rueda de prensa de presentación del 41º Congreso de la SemFYC, que reunirá en Palma a unos 2.500 profesionales, Tranche ha advertido de que no solo son necesarios más médicos, sino también una mejor organización de la gestión y recuperar la inversión que no se ha hecho desde 2008, que ha cifrado en unos 110.000 euros por centro de salud.

«En la cola de la pandemia estamos en un momento absolutamente critico, con un deterioro de la calidad de lo que estamos haciendo y con un clima laboral muy afectado», ha dicho sobre la situación de la especialidad.

Tranche ha reclamado al Ministerio de Sanidad y a las comunidades un plan de acción en la Atención Primaria que conste de memoria económica y presupuesto y ha resumido sus reivindicaciones en la necesidad de inversión en recursos humanos, reducir la precariedad laboral y asistencial, aplicar la innovación organizativa, prestigiar la medicina de familia e incrementar la participación ciudadana en la medicina comunitaria.

Ha llamado la atención sobre la necesidad de hacer atractiva la Medicina Familiar para los alumnos que terminan los estudios porque «el país necesita médicos de familia» y porque se trata de la especialidad «más envejecida».

«Hay evidencias aplastantes como que un médico de familia más por cada 1.000 habitantes reduce la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, respiratorias y oncológicas e incluso aumenta la expectativa en 2 meses», ha asegurado.

«Si además es el mismo médico de familia el que te atiende, reducen los ingresos hospitalarios un 12 %; y si a lo largo del tiempo, te sigue viendo el mismo médico de familia, se reduce el acceso a urgencias, los ingresos hospitalarios y la mortalidad», ha continuado.

Ha denunciado la necesidad de acometer cambios de organización de los equipos de Atención Primaria, que mantienen el mismo modelo desde los años 80, cuando la sociedad ha evolucionado, «sufre patologías más complejas y requiere abordajes mucho mas interdisciplinares», y ha añadido que, han detectado que en la actualidad, el 60 % de la población no quiere atención presencial.

«La situación nos exige ser más resolutivos, a día de hoy resolvemos el 85 % de los problemas de salud que se nos plantean, y que se nos incorpore material diagnóstico», ha pedido.

Tranche ha recordado que la medicina de familia es la especialidad donde han fallecido más profesionales de covid-19 y ha alertado de que la actividad asistencial por su parte «ha aumentado un 30 o 40 % más que antes de la pandemia». «Hemos sido invisibles, nadie reconoce el papel que hemos tenido la Atención Primaria», ha afirmado.

Ha remarcado «el daño colateral negativo» que ha producido la pandemia, como que se ha reducido la incidencia de patologías crónicas un 50 % (como diabetes, hipertensión, hipertrofia benigna de próstata, asma...) a lo largo de estos meses porque en estos 20 meses se han diagnosticado menos, y además se han reducido todas las actividades preventivas.

«Empezaremos a ver que todas aquellas patologías tiempo-dependientes van a agravarse, fundamentalmente las de carácter oncológico, porque durante meses todas estas actividades se han ido retrasando y hay importantes listas de espera para pruebas diagnósticas. Toda la patología oncológica va a sufrir un retardo en los procesos diagnósticos"

Elena Muñoz Seco, presidenta de la IbamFIC (Societat Balear de Medicina Familiar y Comunitaria), ha señalado que la situación en Baleares es particularmente preocupante, si bien es «muy heterogénea», de manera que hay zonas de las islas que alcanzan los 2.000 y 2.200 pacientes asignados por médico, cuando «lo óptimo» es que sean 900, y la media en Baleares es de 1.760 pacientes por médico.

Como «lecciones aprendidas» con la pandemia en Baleares, Muñoz Seco ha destacado que se ha demostrado que «las cosas sí se pueden cambiar rápidamente», y ha exigido cambios organizativos «que se pueden hacer». Otra sería la versatilidad y potencia que ha demostrado el médico de familia, y ha puesto como ejemplo que el desarrollo de la ecografía pulmonar lo han liderado médicos de familia y ha sido muy útil durante la pandemia para el diagnóstico.

María del Mar Guillén Castillo, coordinadora Comité Organizador, ha destacado la importancia el congreso que lleva por lema «Transformando la Atención Primaria», que se celebra por primera vez en Baleares y que es presencial y «reencuentro», por lo que «es mucho más que un encuentro formativo».

El coordinador del Comité Científico del congreso, Bernardino Oliva, ha explicado que el encuentro abordará cuestiones relacionadas con la covid-19 como formas de diagnóstico, las vacunas o la COVID persistente; y tratará también cuestiones como la telemedicina, la investigación en la medicina de familia, los efectos sobre la salud de las desigualdades y discriminaciones en la atención y novedades como la regulación de la eutanasia y las voluntades anticipadas.