Nerviosismo en las oficinas de Silicon Valley Bank. | Reuters

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El Gobierno ha trasladado este martes un mensaje de máxima prudencia tras la caída del Silicon Valley Bank (SVB), el banco intervenido por las autoridades financieras estadounidenses por falta de liquidez, y la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha añadido que no consta exposición de la banca española. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo ha explicado que «en un contexto de máxima volatilidad» lo más responsable es pedir prudencia, en línea con el mensaje de este lunes de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

El Gobierno, según ha explicado la ministra portavoz, está siguiendo de cerca las noticias relacionadas con la caída de SVB y Signature Bank y la respuesta de las autoridades a esta crisis. Sin embargo, ha querido añadir que al Ejecutivo no le consta exposición alguna de las entidades españolas a estos bancos estadounidenses.

Por su parte, el consejero delegado de Banca March, José Luis Acea, ha descartado que pueda existir contagio hacia el sector financiero español y europeo por el colapso de Silicon Valley Bank (SVB), atribuyendo su resolución a una serie de problemas concretos y puntuales de dicha entidad. «Lo que ha puesto de manifiesto esta situación (...) es una cuestión muy aislada que tiene que ver con bancos con una exposición a un negocio con determinadas características», ha indicado, en referencia a los problemas tanto de SVB como de Signature Bank, durante la rueda de prensa celebrada este martes con motivo de la publicación de su cuenta de resultados de 2022.

Para el banquero, esta situación ha evidenciado un problema «de la gestión» de las entidades. En todo caso ha destacado que lo «relevante» es la actuación de las autoridades estadounidenses con las dos medidas que tomaron: el rescate total de los depósitos por encima del máximo marcado por la ley y el programa de ayuda a los bancos. «La regulación es una defensa de los clientes que los bancos tenemos que cumplir holgadamente. La regulación es una política de mínimos», ha subrayado Acea.