La diputada popular en el Congreso y presidenta del partido en Baleares es, además, candidata al Consolat en las próximas elecciones autonómicas. | Efe

TW
6

La huella de la política balear en el Congreso de los Diputados ha sido históricamente modesta. Esta máxima se ha modificado en esta Legislatura de la mano de dos jóvenes diputadas mallorquinas. Sus nombres y sus rostros han sido más conocidos por el gran público a base de propuestas e intervenciones desde la tribuna de oradores, o el escaño. Últimamente el panorama se ha tornado más negro para Marga Prohens (PP) y Lucía Muñoz (Unidas Podemos), dos diputadas baleares de moda en Madrid que por momentos han brillado, aunque también se han visto envueltas en la controversia política.

El mismo Congreso de los Diputados, en aras de la transparencia, da cuenta de la actividad parlamentaria de sus miembros. En este sentido contabiliza y recoge todas las intervenciones de los diputados. En el caso de la representante morada, en esta XIV Legislatura ha protagonizado un total de 341 intervenciones. La última fue una de las más mediáticas, en concreto cuando rebatió las razones de Ramón Tamames y Vox en la última y fallida moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

Otras sonadas comparecencias de Muñoz, quien será candidata de Podemos al Ajuntament de Palma en las elecciones del 28 de mayo, pasan por el 'desembarco' del 'variat' mallorquín en la cámara baja, utilizando este plato típico como metáfora para dar cuenta de un Real Decreto-ley que incorporó al ordenamiento jurídico directivas comunitarias sobre contratación pública en materias diversas, entre ellos seguros privados, planes y fondos de pensiones, así como del ámbito tributario y litigios fiscales. En su alegato con algún toque costumbrista, la representante balear en Madrid reconocía que «es un real decreto ley diverso, casi tanto como nuestro país, aunque algunos se empeñen en no reconocerlo».

Noticias relacionadas

Pero en los tiempos más recientes no todo han sido tirones de oreja a Vox, o razonamientos con tintes populares. Muñoz, como otros integrantes de Podemos en Baleares, ha asistido con relativo mutismo a la reconfiguración del espectro político a la izquierda del PSOE, focalizado en el Sumar de Yolanda Díaz. Ella, como otros pesos pesados de la formación morada en las Islas, pasaron el domingo de presentación de la candidatura a las elecciones generales de la actual vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo haciendo panades. Con el ejemplo reivindicaron tanto el producto local como el sector primario, y el consumo de proximidad.

Muñoz, en la tribuna del Congreso. Foto: Efe.

El caso de la presidenta del PP balear, Marga Prohens, es algo distinto. El foco mediático a nivel nacional ha estado quizás más pendiente de ella, en especial con sus encendidas reprimendas a la ministra de Igualdad, Irene Montero. De la última no hace ni dos meses, cuando la también candidata a presidir el Govern tras las elecciones regionales de finales de mayo instó a la ministra a pedir perdón, rectificar y «dimitir sí o sí». Y es que la aprobación de la ley del 'solo sí es sí' y las rebajas de condena resultantes han sido un campo abonado para Prohens, que ha contabilizado hasta el momento 102 intervenciones en el Congreso.

Asimismo, Prohens ha permanecido en las últimas fechas en el centro de la actualidad política y de la controversia, con sus declaraciones sobre el efecto de las camas elevables en la política turística que se ha desarrollado estos años en Baleares. A diferencia de la opinión de las representantes del sector, consideró que la medida estrella del ejecutivo de Francina Armengol para aligerar las jornadas de las camareras de piso era una «tontería». La popular acabó por reafirmarse con matices en la afirmación, y por si fuera poco, ha tenido que soportar airadas críticas al trascender el encuentro con el exdirigente del PP José María Rodríguez, condenado por corrupción vinculada a campañas electorales pasadas.