Cartel difundido por la Federació Llull y conmemorativo de aquellos hechos. | Redacción Digital

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Guillem Agulló fue un joven de València comprometido con los ideales políticos de izquierdas al que una cuchillada de madrugada le arrebató la vida. Este martes, como cada 11 de abril, se le recuerda en la Comunitat Valenciana, y también en Mallorca, aunque esta vez la efeméride es especial. Se cumplen treinta años, tres décadas de aquella luctuosa noche en Montanejos (Castelló) en la que una vida se segó y nació un símbolo para toda una generación.

El caso de Guillem Agulló ha sido ampliamente conocido y documentado. También esgrimido por buena parte de la izquierda soberanista como un ejemplo de lo que no debe suceder en una sociedad democrática y respetuosa con quien piensa diferente. El grupo valenciano de culto Obrint Pas le dedicó un sentido homenaje con No tingues por, uno de sus temas más celebrados. Esta es la historia de aquella noche, y del proceso penal que se derivó contra los asesinos de Agulló.

Contaba con 18 años y frecuentaba el entorno de los Maulets, antigua organización juvenil independentista que acabó por refundarse en el actual Arran. Guillem Agulló se cruzó con quien no debía y fue apalizado por un grupo de nazis. También recibió una mortal estocada, directa al corazón. Corría el año 1993 y en la Comunitat Valenciana ya se habían producido otras agresiones por parte de grupúsculos de extrema derecha.

El resultante proceso judicial no estuvo exento de polémica. Si bien fueron identificados y juzgados varios individuos por participar en la agresión a Guillem Agulló, todos fueron absueltos. Todos salvo uno. Las vistas judiciales rodeadas de una gran tensión social se celebraron en Castelló, dos años después de la muerte del joven valenciano.

Pedro Cuevas se señaló a sí mismo como autor de la puñalada mortal, y fue condenado a 14 años de cárcel por homicidio. Pocos días después, uno de los acusados, Juan Manuel Sánchez, participó en otra agresión con navaja en el barrio del Carme de València. De los 14 años de condena, Cuevas pasó 4 privado de libertad y se acogió a beneficios por buena conducta.

Lo kafkiano del asunto es que el homicida de Guillem Agulló se presentó a las elecciones municipales de 2007 por el ultraderechista Alianza Nacional. Dos años antes de concurrir a los comicios locales fue detenido en la llamada «Operación Panzer» que desmanteló una presunta red neonazi que actuaba bajo la denominación de Frente Antisistema (FAS). La Guardia Civil se incautó en su casa de abundante parafernalia nazi, incluyendo decenas de brazaletes con esvásticas, una daga y puños americanos. También hallaron moldes para producir hebillas con las siglas SS, en referencia al brazo ejecutor de la Alemania nazi fundado por Adolf Hitler.

Los violentos del entorno fascista en València han mantenido durante años el acoso a la familia de Agulló, con llamadas intempestivas en la fecha señalada y pintadas amenazantes, tal y como ha quedado constancia en los medios de comunicación gracias a las denuncias de su entorno. Este martes numerosos activistas culturales y políticos de nuestra orilla mediterránea –es el caso por ejemplo de la Obra Cultural Balear (OCB)– y de la vecina recuerdan a Guillem Agulló y todo aquello que representa en el treinta aniversario de su asesinato. A las ocho de la tarde, en la plaça de l'Ajuntament de Burjassot, resonará su nombre de forma nítida.