La ministra de Defensa española, Margarita Robles (c), visita este lunes, a los militares españoles en la base de Adazi (Letonia), un contingente de 600 efectivos que forman parte del batallón multinacional que la OTAN tiene desplegado cerca de la frontera como instrumento de disuasión frente a Rusia. Robles, viaja este lunes a Letonia para visitar a los militares españoles en la base de Adazi, un contingente de 600 efectivos que forman parte del batallón multinacional que la OTAN tiene desplegado cerca de la frontera como instrumento de disuasión frente a Rusia. España participa desde 2017 en esa misión, denominada Presencia Avanzada Reforzada, y es el segundo país que más personal aporta, aunque el primero en potencia de combate. | Jesús Bartolomé

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Dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fueron detenidos por una supuesta revelación de secretos al haber filtrado información reservada a Estados Unidos y uno de ellos ya está en prisión. Así lo han señalado a EFE fuentes del caso después de que este lunes El Confidencial publicara que un juez de Madrid había abierto una investigación al respecto, lo que ha confirmado la ministra de Defensa, Margarita Robles.

La titular de Defensa, en su visita a la base Adazi de Letonia, se ha limitado a señalar que el juez había abierto de esas pesquisas y ha indicado que la denuncia partió precisamente del centro de inteligencia al que pertenecen los agentes, si bien no han ofrecido más detalles del caso por encontrarse bajo secreto. Otras fuentes han precisado que la investigación, que ya comenzó hace un tiempo, se saldó con la detención de dos agentes del centro de inteligencia.

El Confidencial explica que las diligencias se instruyen «con la máxima reserva» y, citando fuentes próximas al caso, afirma que esta investigación «ha provocado una crisis con Washington, aunque el Gobierno de Pedro Sánchez ha intentado que no trascienda».

Añade este digital que los funcionarios del CNI están siendo investigados por revelación de secretos, aunque los hechos también podrían ser constitutivos de una versión agravada de ese delito, como es la traición por espionaje para una potencia extranjera, que puede castigarse con entre 6 y 12 años de prisión.