Un agente de la Policía Nacional. | TONI ESCOBAR

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El número de mujeres víctimas de la violencia de género y el de denuncias presentadas en los juzgados y ante las fuerzas y cuerpos de seguridad volvieron a aumentar en el tercer trimestre del año, superando la barrera de las 50.000. Según el último informe del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en los meses de julio, agosto y septiembre se registraron 53.480 denuncias (un 8 % más que en el mismo periodo del año previo) y 52.545 mujeres víctimas (un 9,57 % más).

El Observatorio destaca la respuesta dada por los juzgados, que dictaron 9.754 órdenes de protección, siete de cada diez solicitadas y un 17 % más que hace un año. En el 47 % de los casos en los que se solicitó una de estas órdenes seguía la relación de pareja. Dos de cada tres mujeres eran españolas y 144 eran menores de edad. Entre las medidas de protección acordadas destacan las órdenes de alejamiento (6.778) y la prohibición de comunicación (6.503).

En el orden civil se engloban las medidas acordadas para proteger tanto a la mujer como a los menores y destacan las relacionadas con la prestación de alimentos (1.721), la atribución de la vivienda (1.312) o la suspensión de visitas (1.049). Según el balance, en el tercer trimestre se dictaron 873 sentencias más que en el mismo periodo de 2022. El 84 % de las 13.461 sentencias fueron condenatorias, porcentaje que se acerca al 94,5 % si solo se analizan las resoluciones de los juzgados de violencia sobre la mujer, encargados de enjuiciar los delitos leves.

Los juzgados de menores celebraron en ese periodo juicios a 55 menores por casos de violencia sobre la mujer, cifra igual a la de hace un año. En 51 de esos procesos se adoptaron medidas. Pocas denuncias desde el entorno de las víctimas La tasa de víctimas de violencia de género por cada 10.000 mujeres volvió a experimentar un aumento interanual.

Baleares, a la cabeza

Las tasas más altas se registraron en Baleares (con una ratio de 36,8 víctimas por cada 10.000 mujeres), Murcia (32,3) y la Comunitat Valenciana (29,7); mientras que las más bajas corresponden a Galicia (13,3) Castilla y León (13,9) y el País Vasco (15). Una vez más, en dos de cada tres casos la denuncia fue presentada por la propia víctima. Solo en 986 casos, el 1,84 % del total, fue el entorno el que dio el paso de acudir a la Policía o al juzgado.

En el 15 % de los casos las denuncias derivaron directamente de un atestado policial; en cerca del 8 %, de un parte de lesiones y solo en el 2,6 % partieron de terceras personas. Alerta el informe de que el número de víctimas que se acogieron a la dispensa de la obligación legal de declarar contra el agresor aumentó casi un 19 % con respecto al mismo periodo de 2022. Tomaron esa decisión 5.159 mujeres, el 9,82 % de las víctimas, un porcentaje algo más alto que el registrado hace un año.

En un comunicado, la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, muestra su preocupación por ese dato. A su juicio, el aumento de mujeres que se acogen a la dispensa es «una muestra clara de los daños psicológicos que siempre, incluso cuando no hay agresiones físicas, causa la violencia de género en las mujeres».

El crecimiento casi constante de las denuncias en los dos últimos años, a su juicio, es un dato que indica sin embargo que las mujeres víctimas son cada vez más conscientes de la importancia de acudir a las autoridades policiales o judiciales.

«Que las víctimas den el difícil paso de denunciar a sus parejas o exparejas es un hecho que debe valorarse de forma positiva, pero las 53.480 denuncias presentadas en tan solo tres meses –581 cada día- también nos muestran una realidad difícil de digerir al poner de manifiesto que la violencia machista, desgraciadamente, sigue muy presente en España», subraya en un comunicado. Carmona califica de «excelente» el trabajo que llevan a cabo los juzgados en este área, reflejo, en su opinión, del «elevado nivel de formación» en materia de violencia de género y de su sensibilidad ante las víctimas.