En su tradicional discurso de Navidad, el rey ha hecho una mención especial al papel de las instituciones, a las que ha instado a que se sitúen "en el lugar que constitucionalmente les corresponde", un deseo que llega cuando las relaciones entre los tres poderes del estado están más tensionadas que nunca por la amnistía y el 'lawfare' -persecución política de los tribunales- y que amenazan con agrietar la convivencia institucional.
Al respecto, ha dicho que "todas las instituciones del Estado tenemos el deber de conducirnos con la mayor responsabilidad y procurar siempre los intereses generales de todos los españoles con lealtad a la Constitución". "Cada institución, comenzando por el Rey, debe situarse en el lugar que constitucionalmente le corresponde, ejercer las funciones que le estén atribuidas y cumplir con las obligaciones y deberes que la Constitución le señala", ha indicado el monarca. Y ha añadido que hay que "respetar también a las demás instituciones en el ejercicio de sus propias competencias y contribuir mutuamente a su fortalecimiento y a su prestigio".
Unas palabras que, sin citarlo, se producen en pleno choque institucional entre los poderes del estado derivado por el clamor de los jueces contra las acusaciones de lawfare de diputados y senadores independentistas. A ello se suma el deseo de la judicatura de renovar de una vez por todas el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tras cumplir un mandato completo de cinco años en funciones, para lo cual es preceptivo que PSOE y PP se pongan de acuerdo.
2 comentarios
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Para alguno parece ser que pedir respeto a todas las instituciones y prestigiarlas le parece tener cara dura, lo que las desprestigia es la falta de respeto como alguno hace por un sillon
Quina cara més dura.