El exjefe de la policía autonómica catalana. Fotografía de archivo. | Efe

TW
2

El mayor Josep Lluís Trapero, exjefe de los Mossos d'Esquadra, denunciará ante la justicia lo que considera una «persecución injusta» contra él por parte de la llamada «policía patriótica» por intentar implicarlo en un caso de tráfico de drogas, en el marco de la Operación Cataluña.

Trapero ha remitido una carta a la emisora RAC 1 en la que sale al paso de las informaciones publicadas por La Vanguardia y El Diario.es, que apuntan a que la trama de la llamada «policía patriótica», dirigida por el Ministerio de Interior en la etapa de Jorge Fernández Díaz, maniobró para involucrarlo en una causa de tráfico de drogas que investigaba un juzgado de Barcelona.

En la carta, el mayor de los Mossos anuncia que emprenderá acciones legales porque, como funcionario, es su «obligación» y también su «derecho» denunciar la «persecución injusta» de que ha sido víctima por parte de personas que «no tenían ninguna habilitación legal para hacerlo». Para Trapero, además, esta presunta trama, que tenía como objetivo «desacreditarlo y neutralizarlo», es aún más grave porque se financió con fondos reservados.

El mayor de los Mossos apunta, asimismo, a que estos hechos tuvieron «consecuencias judiciales graves y nuevamente injustas» para personas que estaban bajo sus órdenes, cuyo «único pecado» fue destapar una «trama policial corrupta» vinculada a los prostíbulos Rivera y Saratoga de Castelldefels (Barcelona). «Como funcionario, pero especialmente como ciudadano, comprobar que otros funcionarios y cargos públicos me perseguían es indignante, frustrante y decepcionante», señala Trapero.

El exjefe de Mossos agrega, además, que desde el punto de vista personal lo observa con «tristeza y con preocupación», lo que le hace reafirmarse en la percepción que tiene desde hace tiempo, la de una «degradación institucional y de la gestión pública» que prioriza «intereses perversos y personales» en detrimento de la defensa del interés general. «La decencia ha abandonado el libro de estilo de algunos de sus gestores», concluye Trapero en su carta.