José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España. | INTS KALNINS

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El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, viaja este lunes a Argel, por iniciativa de su homólogo, Ahmed Attaf, para impulsar el deshielo de las relaciones diplomáticas y políticas con Argelia tras casi dos años de crisis. Este será el primer viaje de alto nivel a Argelia después de que, en marzo de 2022, el Gobierno de Pedro Sánchez mostrara su respaldo a la propuesta del Ejecutivo de Marruecos para la autonomía del Sáhara, lo que provocó el enfado de las autoridades argelinas que retiraron a su embajador y rompieron el Tratado de Buena Vecindad vigente desde hacía 20 años. De hecho, este viaje de Albares, de una jornada de duración, será el primero desde que, en septiembre de 2021 visitó a las autoridades argelinas, quienes le confirmaron la continuidad del suministro de gas a España pese a la crisis desatada entonces entre Argelia y Marruecos.

Tras el cambio de postura del Ejecutivo español sobre el Sáhara, en marzo de 2022, Argelia retiró a su embajador y rompió el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, firmado en 2002, que regulaba las relaciones entre ambos. Tras casi dos años de crisis, el pasado mes de noviembre Argelia envió nuevo embajador a Madrid y nombró a un nuevo cónsul general en Barcelona, iniciando así el deshielo de unas relaciones seriamente dañadas pese a las reiteradas declaraciones de las autoridades españolas sobre la buena voluntad y amistad entre los pueblos español y argelino. De hecho, en enero de este año, y con motivo de la Conferencia de Embajadores en Madrid, Sánchez destacó como una de las líneas estratégicas en política exterior su interés por seguir consolidando la relación con Argelia, al que calificó una vez más de «país amigo». Pese a este primer paso, el Tratado de Amistad y Buena Vecindad sigue suspendido, aunque las relaciones comerciales han comenzado a restablecerse.

Así, el 12 de diciembre, Argelia anunciaba el aumento del número de vuelos de la aerolínea «Air Algérie» entre Argelia y España, con la reanudación de dos conexiones semanales entre las capitales de ambos países y el incremento de cuatro a siete rutas entre Argel y Barcelona. Y entre enero y febrero, la Asociación argelina de Bancos e Instituciones Financieras (ABEF) ha autorizado los trámites para volver a importar productos avícolas y carnes rojas desde España, lo que levanta parcialmente el bloqueo comercial al que Argel tenía sometido a España tras la decisión de 2022 de prohibir las domiciliaciones bancarias, requisito imprescindible para realizar operaciones comerciales. La decisión bancaria supuso la paralización casi total de las importaciones desde ese país, lo que provocó, en 2023, un fuerte aumento del déficit comercial bilateral, hasta los 6.575 millones de euros, el cuarto mayor déficit bilateral de España, que ha seguido importando productos argelinos, especialmente gas natural licuado.

De hecho, Argelia se situó en 2023 como el principal suministrador de gas en el año, con un 29 del total, seguida de Estados Unidos con casi un 21%. Todo ello supone, según analistas argelinos, el inicio del fin de esta inédita crisis más que el cierre de la misma, ya que Argelia todavía necesita tiempo y nuevos gestos, coinciden. Con motivo del viaje de Albares, fuentes diplomáticas han subrayado que el ministro ha defendido «en todo momento» los intereses de las empresas españolas y va a seguir haciéndolo hasta la plena normalización de las operaciones comerciales y la reciprocidad de las conexiones.