El desmantelamiento de la OCON Sur, la unidad creada por el ministro Marlaska en 2018 para combatir el narcotráfico en el Estrecho, tiene mucho que ver con el auge de los clanes de la droga en el último año. Y la desaparición de ese cuerpo de élite de la Guardia Civil está íntimamente relacionada con la caída en desgracia de su legendario comandante, el teniente coronel David Oliva Moreno, ahora imputado por cohecho y revelación de secretos.
«Él no va a hablar porque somos militares y tenemos que cumplir con un régimen interno muy estricto, no puede exponerse públicamente de esa manera, pero te puedo decir que no tienen nada contra él y que va a salir absuelto. Esto solo es un juego de los narcos y pensamos que de alguien de más arriba, y también de envidias que ha generado dentro del cuerpo», explica a 20 Minutos una fuente de la Guardia Civil muy cercana a Oliva.
«Conozco a muchos miembros de la OCON y conozco bien a Oliva y te puedo asegurar que su honorabilidad no está en entredicho. Él está muy decepcionado porque sabe que ha hecho un trabajo de la hostia, que casi le cuesta la familia, y ahora está recibiendo este pago. El daño ya está hecho porque aunque sea absuelto, la OCON ya no existe y nadie le va a pagar estos años de agonía», añade.
Nacido en Algeciras y perfecto conocedor de la zona y de la problemática del narcotráfico, el comandante David Oliva es hijo de guardia civil, un agente de vocación que vivía por y para su trabajo al frente de la OCON Sur, una unidad que estaba operativa las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Oliva era el primero en encadenar maratonianas jornadas de trabajo y también se las exigía a sus hombres, según cuentan quienes trabajaron a su lado.
Con múltiples contactos por todo el Campo de Gibraltar, incluso amigos de la infancia que terminaron en el mundo del narcotráfico, la unidad de Oliva logró grandísimos resultados en la lucha contra el narco, con 19.907 detenidos o investigados desde su entrada en servicio en agosto de 2018: una media de casi diez al día. Solo en 2021, un año antes del desmantelamiento de la OCON Sur, se incautaron 676 toneladas de hachís, la cifra más alta de los últimos 18 años.
Oliva asestó duros golpes a las mafias de la droga, como la operación Dismantle, que en 2020 desarticuló la red internacional de narcotráfico liderada por el clan de Los Castaña. No en vano, era un comandante odiado y temido por los narcos, que llegaron a poner precio a su cabeza: 400.000 euros para quien lograra neutralizarlo.
Amenazado de muerte, Oliva tuvo que convivir con escolta, igual que su familia. «Estaba amenazado de muerte por los narcos, como lo estaban los 150 agentes de la OCON que integraban esa unidad», dice la citada fuente.
Pero a pesar de las amenazas, su trabajo como cabeza visible de la lucha antidroga en el Estrecho le hizo merecedor de la Cruz Blanca de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas, distinción que recibió de manos del ministro Marlaska en enero de 2021. Fue una más para su inmaculado expediente en el que ya figuraban decenas de medallas y condecoraciones. El comandante Oliva era una leyenda dentro del cuerpo y una especie de ogro para los clanes de la droga.
«La OCON Sur era una unidad que estaba arrasando al narco, incluso venían equipos de Policía de toda Europa para aprender cómo se estaba combatiendo aquí el narcotráfico. Se han cargado una unidad que era un modelo para Europa y que lo estaban copiando países de nuestro entorno porque abarcaba todos los extremos de la investigación: actividad operativa, incautación, blanqueo de capitales e inteligencia», subraya a este periódico una fuente de la Guardia Civil, que conocía a la perfección su labor: «Los narcos estaban acojonados cuando se acercaban a menos de 20 millas de la costa porque con la OCON Sur a pleno funcionamiento todas las playas estaban vigiladas, incluso con agentes enterrados en la arena esperándoles».
Investigado por Asuntos Internos
Pero mientras el comandante Oliva asestaba golpes al narcotráfico y recibía condecoraciones, se estaba fraguando también su declive porque Asuntos Internos de la Guardia Civil llevaba meses investigando a algunos hombres de su unidad por presuntas relaciones con los narcos, especialmente a un teniente cercano al clan de los Ariza. Otras fuentes señalan que el propio Oliva estuvo en una fiesta organizada por un miembro de ese clan y sospechan que fueron los propios narcos quienes tendieron una especie de trampa al laureado guardia civil para precipitar su caída. También hay quien cuestiona los métodos de Oliva y sus hombres, en ocasiones poco ortodoxos y que generaron rencillas con otras unidades de la Guardia Civil y otros cuerpos de policía.
Lo cierto es que Oliva se enteró de esa investigación interna y él mismo empezó a tejer su descenso al persuadir supuestamente a un teniente de Asuntos Internos para que le facilitara información sobre esas pesquisas contra su unidad a cambio de ofrecerle un puesto en la OCON Sur. A través de una filtración, Asuntos Internos tuvo conocimiento de ese intercambio de favores y Oliva terminó imputado por cohecho y revelación de secretos. La imputación llegó solo unos meses después del desmantelamiento de su unidad y su ascenso a teniente coronel destinado a Málaga, lejos del Campo de Gibraltar.
Fuentes cercanas a la OCON apuntan directamente a los pactos del Gobierno con Marruecos como origen de la caída de Oliva: «Marruecos tiene las mayores plantaciones de hachís del mundo, miles de hectáreas, y el cierre de esta unidad beneficia a los narcos del Estrecho. Se cierra en septiembre de 2022, después del escándalo de Pegasus, y justo ese verano había ido a ver a Marlaska el ministro del Interior de Marruecos».
El comandante Oliva declaró en la Audiencia Nacional en abril de 2023, junto a otro teniente de la OCON Sur investigado y después de que declarara el teniente de Asuntos Internos imputado. Los tres quedaron en libertad con cargos y con la obligación de comparecer mensualmente en el juzgado.
Por su parte, el juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal derivó la causa al juzgado de instrucción de Parla al concluir que es el competente porque el presunto delito se cometió en la sede del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil, en Pinto, perteneciente al partido judicial de Parla, que juzgará a los tres agentes por revelación de secretos y cohecho.
Actualmente, el comandante Oliva está destinado en la Jefatura de Enseñanza de la Guardia Civil de Madrid, un puesto de oficina, a la espera de que se resuelva su causa. «Está pagando un castigo por haber hecho su trabajo ‘demasiado bien'», concluyen las fuentes.
4 comentarios
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CastigadorEsta claro que todo esto se debe a las escuchas ,de otra forma no se entiende la vía libre de la droga ,lo del Sáhara o lo de la agricultura...
Los narcos tienen tanto poder y tan pocos escrúpulos que pueden comprar, extorsionar, chantajear y lo que consideren hacer para sus fines que luchar contra ellos parece algo imposible. Si encima el reyezuelo de Marruecos tiene las plantaciones de la droga y quien sabe si pillado a Sanchez en algo inconfesable (sigo sin entender su cambio respecto del Sahara), pues se hace más comprensible el desmantelamiento de la OCON Sur, de la falta de medios y de otras cosas.
Marlaska se está cargando unidades de la guardia civil a raíz de las escuchas telefónicas a Sánchez y permitir el paso de hachis desde Marruecos .. El resto de unidades para contentar a los independentistas .
La Guardia Civil tiene al enemigo en casa...Es un ministro...