Sede del Banco de España en Madrid. Imagen de archivo. | Efe

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La banca española tendrá que destinar cerca de 7.500 millones de euros entre 2025 y 2026 para reforzar su solvencia y constituir un colchón de capital anticíclico con el que poder hacer frente en el futuro a situaciones económicas más difíciles, según las primeras estimaciones del Banco de España. El supervisor ha anunciado este jueves que exigirá a las entidades por primera vez en 2025 el colchón de capital anticíclico, un instrumento macroprudencial para reforzar la solvencia del sistema bancario en las fases de crecimiento del crédito -cuando habitualmente se produce una acumulación de riesgos-.

Este colchón ideado hace casi una década permite suavizar las oscilaciones del ciclo del crédito mediante la acumulación de capital en épocas de bonanza para poder ser utilizado ante un deterioro de la situación económica. Hasta ahora, para activar el colchón de capital, los riesgos sistémicos tenían que ser altos, lo que nunca se había dado, sin embargo ahora, en un estado intermedio, se activa de forma gradual para que las entidades vayan acumulándolo, según ha explicado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, este jueves.

Riesgos intermedios

En este momento, la idea es establecer en el 0,5 % el porcentaje de colchón de capital anticíclico a partir del cuarto trimestre de 2024, que será de aplicación a partir del 1 de octubre de 2025 y exigible a las entidades por sus exposiciones en España. Posteriormente, y siempre que los riesgos sistémicos cíclicos se mantengan en un nivel estándar, entiéndanse como intermedios, el Banco de España previsiblemente elevará hasta el 1 % ese porcentaje a partir del cuarto trimestre de 2025, que será de aplicación a partir del 1 de octubre de 2026.

Este segundo aumento, no obstante, requerirá una nueva decisión, y el Banco de España puntualiza que en cualquier momento podrá revisar o incluso revertir este plan si se recibiese información relevante que así lo sugiera. Y, con las estimaciones del momento, como si el balance de las entidades fuera estático, se traduce en un esfuerzo acumulado a lo largo de los dos ejercicios de unos 7.500 millones de euros, si bien el gobernador ha considerado que el foco no es la cifra absoluta.

Sin impacto en la economía

A pesar de esta nueva exigencia, Hernández de Cos considera que el impacto económica puede ser nulo, teniendo en cuenta la situación actual de la banca y sus niveles de rentabilidad, y defiende que a futuro -«si las cosas vienen mal dadas»- el posible beneficio de la medida sería muy positivo. Al establecerlo de manera gradual, el gobernador confía en que las entidades tendrán mayor capital y se podrá liberar, por ejemplo para que siga fluyendo el crédito, si la situación económica empeora. El anuncio llega a pocas semanas de que termine el mandato de Hernández de Cos al frente del Banco de España, pero sostiene que se basa en un análisis técnico, que da la casualidad de que llega ahora, aunque antes de la pandemia también se barajó.

¿Qué son los colchones de capital?

Los colchones de capital son requerimientos adicionales a los requisitos microprudenciales de capital, diseñados tanto para frenar el crecimiento del riesgo sistémico como para reforzar la solvencia de las entidades, de forma que puedan absorber las pérdidas que generarían en el caso de la materialización de estos riesgos. El incremento de los requerimientos de capital hace que los bancos tomen acciones (por ejemplo, reducción del volumen de crédito y aumento de tipos, asunción de menores riesgos) que moderan el ciclo económico y los precios de los activos financieros, lo que a su vez modera adicionalmente el ciclo de crédito.

El colchón de capital anticíclico se activa, a través de un aumento de los requerimientos de capital, para frenar el desarrollo de desequilibrios sistémicos, elevar el nivel de solvencia de las entidades y así mejorar la capacidad de absorción de este tipo de riesgos. Para el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, Ángel Estrada, este colchón ayudará a trasladar la política monetaria y cuenta con la peculiaridad de que se puede liberar, total o parcialmente, en las fases bajistas de los ciclos crediticios para ayudar a mitigar el impacto negativo de las crisis sobre la provisión de crédito a la economía real.

Su activación en un entorno macrofinanciero con un nivel estándar de riesgos sistémicos cíclicos, como ahora, permite que su acumulación sea gradual. En este sentido, se limita también la posibilidad de que sea necesaria una acumulación más acelerada de este colchón en fases en las que los riesgos sistémicos cíclicos se sitúen en un nivel más elevado. El inicio del proceso de revisión del marco para la fijación del colchón de capital anticíclico por parte del Banco de España supone abrir un periodo de consulta pública en el que se podrán remitir observaciones en un plazo de veinte días. Todas las partes interesadas pueden hacer llegar comentarios u opiniones hasta el próximo 13 de junio. Tanto el Banco Central Europeo como la Autoridad Macroprudencial Consejo de Estabilidad Financiera han sido informados de esta propuesta.