Los parlamentarios españoles del Partido Popular Europeo (PPE) desplazados a Caracas por las elecciones del domingo, entre ellos, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado (i), el senador Alfonso Serrano (2-d), la diputada Cayetana Álvarez de Toledo(4-d) y el eurodiputado Esteban González Pons (c), a su llegada este sábado al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas de Madrid tras ser expulsados del país. | ZIPI ARAGON

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El PSOE ha asegurado este sábado que la Mesa del Senado no aprobó el viaje que los senadores del PP Alfonso Serrano y Juan José Matarí realizaron a Caracas la semana pasada, con motivo de las elecciones presidenciales del pasado domingo, y que, según los datos que les ha facilitado la propia Cámara Alta, costó más de 9.000 euros, dietas incluidas.

En concreto, el grupo parlamentario del PSOE en el Senado ha detallado en una nota de prensa que el coste total del viaje ascendió de 9.178 euros. De éstos, 8.478 euros corresponden a los vuelos y 700 euros a dietas.

Serrano y Matarí viajaron a Caracas, donde también acudieron varios diputados del PP como su portavoz, Miguel Tellado; la secretaria general del grupo, Macarena Montesinos; la portavoz adjunta Cayetana Álvarez de Toledo; la portavoz para asuntos de Iberoamérica, Belén Hoy, y el vicesecretario de Asuntos Institucionales e Internacionales del PP, Esteban González Pons.

Los socialistas defienden que la Mesa del Senado «en ningún momento ha debatido, votado ni aprobado formalmente» el envío de una delegación de la Cámara a Venezuela. «Es falso, como sostiene el PP, que en la reunión de la Mesa del 17 de julio se haya adoptado ningún tipo de decisión al respecto, y menos aún que haya contado con el respaldo de los representantes socialistas», enfatizan.

Falta de transparencia

Para demostrar su versión, los socialistas han exigido las actas de las reuniones celebradas el 17 y el 23 de julio, pero denuncian que «siguen sin facilitarse ni publicarse» lo que, recalcan ya supone «una irregularidad y un acto grave de falta de transparencia por parte de la mayoría absoluta del PP en la Cámara Alta».

Según relatan, en la reunión del órgano de gobierno de la Cámara del 11 de junio se aceptó la propuesta de la Mesa de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos de enviar una delegación del Senado a Venezuela, en respuesta a la invitación cursada por la oposición, y se acordó «pedir el criterio del Gobierno ante este viaje». Eso, recalcan, no implica que se diera un «primer acuerdo unánime para aprobar el viaje».

El resto no fue al saber que no entrarían

Además, aseguran que el Gobierno «nunca ha impedido ni puesto trabas al envío de una delegación del Senado a Venezuela», aunque lo que sí hizo fue trasladar el 19 de julio la «nota verbal» del Ejecutivo venezolano en la que se anunciaba que esa delegación no sería admitida. «Esta decisión de Venezuela fue la que, en última instancia, motivó que, con excepción del PP, ningún grupo parlamentario decidiera participar en un viaje que no podía llegar a su destino», explican.

Siempre según el relato de los socialistas, fue en ese momento cuando la Presidencia del Senado solicitó a Venezuela la admisión de una delegación, «esta vez en calidad de miembros del Programa de Acompañamiento del Consejo Nacional Electoral venezolano». Sin embargo, apuntan, esa solicitud «no recibió respuesta».

De hecho, destacan que el 23 de julio el propio presidente de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado, Juan José Matarí -uno de los senadores que se desplazó a Caracas--, envió un correo electrónico a los miembros de la comisión informándoles de que la embajada de Venezuela en Madrid había avisado de que no dejarían entrar en el país a una delegación de la Cámara «por no contar con una invitación expresa del Consejo Electoral Nacional».

«Desde Presidencia se ha vuelto a tramitar ante el Ministerio una nueva comunicación solicitando esa invitación y aclarando el carácter de la Delegación que visitaría Caracas. En la reunión de la próxima Mesa se adoptará la decisión sobre nuestro viaje», exponía Matarí en ese correo del 23 de julio, cinco días antes de la jornada electoral.

Los socialistas subrayan que esa decisión no se llegó a «adoptar nunca formalmente» y que el viaje se llevó a cabo el 26 de julio «con conocimiento previo de que los dos senadores del PP no iban a poder entrar en el país».