La vicepresidenta designada de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, defendió este martes su labor en la gestión del temporal durante una bronca audiencia parlamentaria marcada por las maniobras previas del opositor PP para convencer al Partido Popular Europeo (PPE) de rechazar a la candidata española.
La evaluación de Ribera, actual vicepresidenta tercera del Gobierno español, y las de los otros cinco candidatos a vicepresidentes de la nueva Comisión no tendrán lugar hasta la próxima semana, después de que el PPE haya forzado un retraso en las reuniones para valorar el desempeño de los candidatos, que ocupan las posiciones más elevadas en el organigrama del nuevo Ejecutivo comunitario.
La audiencia de Ribera, una de las últimas de un martes maratoniano en el Parlamento Europeo, vino marcada por las preguntas del PP y del partido de ultraderecha Vox, que responsabilizaron a la vicepresidenta tercera del Gobierno español de la tragedia en Valencia y a las que se sumaron diputados populares de Francia, Alemania, Finlandia o Italia para preguntar por diferentes aspectos de la gestión de la crisis.
«Las alertas se emitieron a tiempo. De hecho, hubo muchas instituciones que siguiendo esas alertas de los días previos decidieron a las siete y media de la mañana del día 29 cancelar todas las actividades, como la de la Universidad de Valencia o las autoridades locales de muchas ciudades. Ese no fue el caso para otras instituciones locales», dijo Ribera en respuesta a la portavoz del PP, Dolors Montserrat.
«No fueron las alertas factuales o las de predicción las que fallaron, fueron las alertas a la población y las medidas para proteger a la población», abundó la española en respuesta a un diputado popular italiano, al tiempo que recordó que éstas son responsabilidad de la Generalitat valenciana.
Además de Montserrat, también el portavoz de Vox, Jorge Buxadé, le acusó de disponer de toda la información en tiempo real y «no hacer nada». Otros diputados populares pusieron sobre la palestra la situación del Estado de derecho en España, la imputación en el Supremo del exministro español de Transportes José Luis Ábalos o la protección de los agricultores frente a los lobos.
Cambio climático
Con respecto al fondo de sus carteras, Ribera reivindicó la polémica ley europea de restauración de la naturaleza y también respondió a varios eurodiputados de la extrema derecha alemana e italiana negacionistas del cambio climático.
«La mayor preocupación para mi, mis hijos o mis nietos es negar el impacto del cambio climático en nuestras vidas, en las expectativas económicas», defendió antes de apuntar que los últimos datos son «terroríficos». Y argumentó: «En Europa tenemos capacidades, herramientas, recursos humanos y capacidades intelectuales para hacer muchas cosas y crear prosperidad y garantizar la competitividad de nuestra industria».
Competencia
Sobre Competencia, defendió que es «momento de modernizar y reforzar» esa política y se mostró favorable a un «nuevo enfoque» que dé más apoyo al crecimiento de las empresas en los mercados globales, pero que sea «efectiva». «Hay que combinar el enfoque de mercado interior y de competencia. Trabajar por campeones que sean mucho más capaces en el mercado internacional a costa de la competencia doméstica no es una buena solución», advirtió Ribera.
La española defendió asimismo que la UE debe reforzar sus propias herramientas para evitar la concentración excesiva de poder en manos de las grandes firmas digitales y se mostró dispuesta a actualizar las directrices sobre las ayudas estatales permitidas para vivienda, donde la UE «puede hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora».
Maniobras del PP español
Ribera compareció este martes ante los eurodiputados sabiendo ya que no conocerá esta noche la evaluación del Parlamento Europeo, igual que el resto de los vicepresidentes ejecutivos designados, después de que el PPE forzara por la mañana posponer a la próxima semana la evaluación de los seis candidatos. Fuentes del Partido Popular Europeo señalaron a EFE que Ribera «no puede pretender venir a Europa sin antes dejar las cosas claras en España» y abren la puerta a que esta semana permita negociar cambios en el paquete.
Fuentes del PP, por su parte, atribuyen el retraso en la decisión exclusivamente a su presión al presidente del PPE, Manfred Weber, y consideran una victoria haber logrado evitar que Ribera sea validada este mismo martes o mañana miércoles. El cambio de fecha, añaden, les permite ganar tiempo para seguir maniobrando en contra de la candidata española e intentar convencer al PPE en su conjunto de que no la apoye, lo cual sería un golpe mortal para los intereses de Ribera, porque necesita a los populares europeos para alcanzar una mayoría simple.
También permite que la evaluación no suceda hasta después de que Ribera dé explicaciones en el Congreso de los Diputados sobre su actuación en la crisis del temporal, algo que la vicepresidenta del Gobierno solicitó este lunes y que desde el PP atribuyen a que los populares españoles se plantaran con sus socios europeos y esto llegara a oídos del grupo socialdemócrata.
«Ha sido una buena ocasión para intercambiar impresiones sobre los desafíos» de la UE, dijo Ribera al término de su audiencia de tres horas en la que, apostilló, «hemos tenido alguna intervención un poco menos focalizada en Europa».
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