El expresidente catalán Jordi Pujol durante el homenaje. | Efe - Toni Albir

TW
14

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha asegurado este viernes que se sabe que Cataluña «no será independiente» ni ahora ni en 15 años, y que a partir de esta fecha ya no puede hacer previsiones al respecto. Lo ha dicho en un acto de homenaje que, bajo el nombre de 'Hi ha País', ha organizado la Associació d'Amics d'Enric Prat de la Riba cuando se cumplen diez años de su retirada de la vida pública tras su confesión de que tenía dinero escondido en Andorra.

Según Pujol, con 19 años ya le dijo a su amigo Pere Figuera, que era muy independentista, que no sería posible: «Esto ahora casi no se puede decir. Ahora se puede decir algo más porque se ha visto en los últimos años que esto de la independencia es muy difícil».

La plana mayor de la antigua CiU ha homenajeado este viernes al expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, al que han reivindicado como «padre de la nación catalana moderna» y del que han elogiado su obra de gobierno. En la cita mencionada han participado numerosos dirigentes de la extinta CiU, como Artur Mas, Núria de Gispert, Xavier Trias o Felip Puig, y ha llegado días después del 50 aniversario de la fundación de CDC, el 17 de noviembre de 1974 en Montserrat (Barcelona).

Además de miembros de la extinta CiU, entre el público también se encontraban algunos dirigentes de JxCat, como el adjunto a la secretaría general, David Saldoni, el exconseller de Economía Jaume Giró o el portavoz de Junts en el Senado, Eduard Pujol, además del exsecretario general de Junts, Jordi Sànchez. A través de un vídeo, el presidente del Parlament, Josep Rull, ha elogiado la «figura magna» de Pujol, al que se ha referido como «padre de la nación catalana moderna, por ser capaz de entender la esencia misma de Cataluña».

A pesar de que estaba prevista su intervención en el acto, el que fuese secretario Presidencia de Pujol, Lluís Prenafeta, no ha intervenido al haber sufrido un imprevisto de salud, aunque su hijo Marc Prenafeta ha leído unas palabras en su nombre, en las que ha dicho que, «a pesar de cargos morales y penales injustos», la historia «se ajustará a la realidad» y valorará la obra de gobierno de un president al que ha definido como «un hombre de estado en un país sin estado».

El presidente de la asociación de Amics d'Enric Prat de la Riba, Manel Vila, ha reivindicado el paralelismo entre el primer presidente de la Mancomunitat y el propio Pujol -«Prat, el ordenador del catalanismo y Pujol, quien reconstruye una Cataluña deshecha por la Guerra Civil», ha dicho-, y ha lanzado un mensaje de esperanza para el nacionalismo catalán: «No tengáis miedo, tenemos país y por eso tenemos futuro».

La exconsellera de Pujol y expresidenta del Parlament catalán, Núria de Gispert, que ha abordado su obra de gobierno, ha explicado que ella no caía bien en Unió Democràtica, donde militaba, por su cercanía con el president: «Me decían, 'Tú eres más pujolista que nadie. En lugar de ser de Unió, eres la 'i' de CiU'. ¡Y tenían razón! Me siento mucho de Pujol y de Convergència», ha dicho De Gispert, que ha admitido que se hizo independentista cuando se «deshizo» Unió Democràtica. El exalcalde de Barcelona Xavier Trias, conseller de Presidència bajo el Govern de Pujol, ha definido al expresident como «una especie de héroe» por enfrentarse a la dictadura y ha asegurado que entró en Convergència «porque era el partido de Pujol».

«Pujol creía en Cataluña como nación y creía que solo saldríamos adelante si el Gobierno de Madrid cambiaba, si la mentalidad cambiaba. Estaba convencido de que los socialistas eran muy jacobinos y con ellos no arreglaríamos las cosas. Con el pacto del Majestic hubo un momento de cierta esperanza, que se rompió», ha apuntado en referencia a la mayoría absoluta de José María Aznar. El encargado de cerrar este balance sobre la obra de gobierno de Pujol ha sido el exconseller Felip Puig, que ocupó diversas carteras en el Govern bajo su presidencia y la de Artur Mas, y que ha dedicado parte de su intervención a la tarea de Pujol al frente de CDC, «un partido estructurado en el territorio», sin el cual «no podría haber hecho lo que quería».

Este acto homenaje ha tenido lugar dos semanas después del 50 aniversario de Convergència y cuando el pasado mes de julio se cumplieron diez años desde la confesión sobre la fortuna de Pujol en Andorra que provocó su destierro del mundo de la política, si bien en los últimos años se ha producido una recuperación progresiva de su figura por parte de sectores de JxCat. Al final del acto homenaje, Pujol ha tomado la palabra en una intervención que ha durado más de media hora, y en la que ha dicho que «habría merecido la pena mantener Convergència». La vía de supervivencia del partido, ha señalado Pujol, pasaba por ser «capaz de superar un trauma», del que ha dicho sentirse «responsable», y que el resto del partido «siguiese adelante«: «Aquello se podía salvar», ha indicado. «Esto no ha ido bien así, pero todavía estáis a tiempo, todos vosotros. Tenéis que seguir, en el grado que podáis, manteniendo todo aquello que hacíamos, y aquella política» ha indicado el expresident.