Alumnos de 1º de ESO de los institutos Ramon Llull y Joan Alcover escucharon las explicaciones de técnicos municipales sobre qué se quiere hacer en la zona del velódromo. | Pere Bota

TW
2

Esta semana el Ajuntament ha conseguido el 100 % de la propiedad del Velódromo de Tirador, que era el obstáculo que faltaba por resolver para avanzar en el proyecto de conversión de esta zona en parte del bosque urbano iniciado en el canódromo y cuyas obras ya difícilmente comenzarán antes de 2020.

El Consistorio ya había firmado y abonado el justiprecio a 85 de los 86 propietarios, pero le faltaba uno, que había fallecido y no se pudo hacer efectivo el pago porque los servicios jurídicos municipales no han podido localizar a los herededos designados, explicó el director general de Urbanisme, Biel Horrach.

Ante ello, y una vez agotados todos los intentos de notificación, el Consistorio ha procedido esta semana a depositar en la caja general de depósitos, en el juzgado, el dinero de este último propietario, de modo que «si un día aparece un heredero se le pagará la parte correspondiente», indicó Horrach. A partir de ahora se registrará como propiedad municipal y también se podrá iniciar el proceso judicial para expropiar a los okupas que viven en el edificio de Gaspar Bennàzar.

Así, el siguiente paso dado por Urbanisme ha sido la puesta en marcha de un proceso participativo cualificado de los actores más jóvenes del barrio en la construcción del parque. Para ello, se ha comenzado por alumnos de Secundaria de los institutos Ramon Llull y Joan Alcover, centros que incluyeron esta actividad en su programa de estudios.

Este miércoles les tocó el turno a estudiantes de 1º de ESO de estos centros, que primero recibieron las explicaciones de Pere Soler y Erik Herrera, técnicos del área, sobre cómo se hace un parque, a continuación visitaron la zona y, para acabar, la primera semana de marzo se realizará un workshop en el que harán la propuesta de cómo quieren que sea el parque del velódromo.

La zona verde del velódromo, destacó Horrach, formará parte del mismo parque del canódromo, «pero habrá una diferencia de usos, pues mientras el canódromo será un espacio más natural, en el velódromo hay que ver, con la ayuda de la ciudadanía, qué usos definitivos va a tener para, por ejemplo, aprovechar las gradas, que permitirán espectáculos dentro del recinto».