Este es el punto exacto en el que hace 400 años el jutge Berga cayó muerto por un tiro de arcabuz del bandolero Antoni Gibert 'Treufoc', quien posteriormente fue detenido y ejecutado. | Orgull Llonguet

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Este viernes, 24 de mayo, se cumple una efeméride destacable en Palma: tal día como hoy de hace 400 años el bandolero Antoni Gibert Treufoc segaba la vida de un certero arcabuzazo del insigne magistrado Jaume Joan de Berga i de Sales, más conocido como el jutge Berga. Aquel crimen, ampliamente recordado y presente centurias después en la memoria colectiva local, provocó el proceso judicial más importante de la historia de Mallorca, en un contexto de bandolerismo y guerras nobiliarias entre las familias más poderosas de Ciutat. Muy de novela todo, aunque muchas veces la realidad supera ampliamente la ficción.

Con todo este contexto en mente el colectivo Orgull Llonguet ha rendido su particular homenaje al jutge Berga, justo en el punto exacto donde según la tradición fue asesinado el misser de la Real Audiencia del Reino de Mallorca; un personaje fundamental del primer tercio del siglo XVII en Mallorca. Odiado, respetado y temido casi por igual.

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En el portal de su casa, en la calle Sant Pere Nolasc de Palma, los llonguets han colocado una silueta, como las que aparecen en las series criminales modernas, y unas cuantas flores. Las esquinas en las que hoy tan solo resuenan las ruedas de las maletas de los turistas que se alojan en los hoteles del casco histórico de Palma amparaban entonces conjuras y tribulaciones que abarcaban desde los más bajos fondos de la sociedad a la más alta alcurnia mallorquina.

Decimos que se trata de un personaje presente en el imaginario mallorquín porque, a pesar de que algunos no tengan muy presente su historia, a buen seguro que han oído decir alguna vez la expresión Què en sóc jo de la mort den Berga. Además, se trata de un nombre más conocido desde que el colectivo palmesano decidió revitalizar su historia y darla a conocer en clave festiva, a partir de las lúdicas batallas de agua que cada final de verano se celebran en Palma entre los bandos de Canamunt y Canavall.

De hecho, este año Canamunt y Canavall rendirá un protagonismo más destacado, si cabe, al jutge Berga, 400 años después de abandonar este mundo. Descanse en paz.