Pero la escritora reconoció que Palma «nunca había estado tan decrépita». Todo el mundo encontró en ella «la perla del Mediterráneo», dijo, y ahora ha llegado a «una modernidad corrosiva que ha ido parasitando la tradición hasta hacerla irreconocible». Palma, aseguró, «se ve hoy en día impotente para adaptarse a las formas mercantiles de la nueva realidad: franquicias, sobre explotación, ruido, contaminación». Son, describió, «los tiempos de la gentrificación, de la madura y agotada fórmula de ordeñar la ciudad como si fuera una vaca». En su opinión, «las cosas han de cambiar para que para la ciudad vuelva a ser ella misma sin prejuicio del progreso». La también poeta, investigadora, ensayista y novelista reclamó «esta defensa numantina o mallorquina (...) para parar la sangría dolorosa la hemorragia que hace que la herida todavía se puede suturar». Pero no acabó ahí, admitió que ninguna otra época anterior «ni con las guerras ni con la destrucción impuesta por ideas equivocadas, había hecho tanto daño a Palma como este último siglo».
En su pregón, Planas advirtió de «un desafecto creciente hacia la ciudad que ha ido aumentando a medida que la política se desvinculaba de la cosa pública, de la reparación y la generosidad hacia el patrimonio (...)».
Insistió en que esta última edad en la ciudad es «la más inexplicable porque no responde a una evolución natural». Reprochó la contaminación lumínica, la ocupación del espacio público por terrazas, la mutilación inexplicada de jardines y parques, las pintadas vandálicas, el excesivo tráfico o los cruceros . «Todo ello desemboca en un empobrecimiento, en una pérdida de la calidad de vida que hoy considero muy inferior a la de la primera edad, cuando el aire, el agua y el silencio era unos bienes que parecían eternos y fuera de peligro».
Ante esta situación, realizó «una llamada a la defensa de aquello que nos ha hecho ciudadanos de la capital de Mallorca». «No hemos de permitir que las edades de la ciudad confluyan en una muerte anónima, donde los restos se depositen en una fosa común de vulgaridad y aburrimiento», declaró para finalizar.
33 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Cuantas Palmas hay? La turística o la ciudadana, la tradicional o la moderna, la añorada y desvaída, la de mi infancia lejana, la perdida para siempre, la irregular crecida sin orden ni concierto, la injusta y desdeñada o la amada por alcaldes y sus clientelas? Hablar desde este lugar o el salón de actos de Cort, nada será a buen seguro. Otros intereses están en juego por desgracia, esta ciudad nuestra perdió el rumbo en las décadas del desarrollismo y la desaforada pendiente de la cosa turística. Pero no nos lamentemos, pues lo importante son els doblers, y lo demés beneitures, (perdón si mi ortografía mallorquino/catalana, no es la correcta) Solo soy un foraster, qué ama a esta tierra desde qué vine en la lejana década de los años cincuenta del pasado siglo... Años atrás le comenté a mi querido y recordado Fabián, bloguero de pro... Qué "mi" ciudat, me recordaba al chico qué corria y le pregunté; a donde vas? "No ú se pero ting molta presa"... pues eso.
Palma era en los 80 un estilo de vida. Donde habia un razonable trafico de coches. No habia masificacion poblacional y los servicios funcionaban razonablemente bien. Y la convivencia era bastante buena en general. Hoy en dia a cambiado todo para peor. Se ha perdido la esencia de capital pequena, hay un trafico desmedido, suciedad por todas partes y falta alarmante de seguridad y altisima criminalidad. A mi entender, lo peor de todo es el paisanaje, donde tenemos una variedad de gente de todas partes del mundo, quienes, ni se integran o adaptan a nuestras costumbres, en definitiva no nos aportan, al contrario, nos restan. Lo peor, en una decada creo que tienen que vivir 10,000 personas mas en Palma. Que haremos? Y no me olvido de la falta de liderazgo politico que tenemos, un desastre.
la verdad que los mallorkines son bien sosos siempre lo fueron.Gracias al territorio con mar k es precioso y viene gente de fuera. MALLORCA en invierno es muy aburrida pk no hay guiris y nadie sale. al k no le guste k se valla y venga de vacaciones en verano y arreglado.
La solución pasa por cambiar de Alcalde y socios , todo lo conseguido años anteriores ha sido dilapidado por la incapacidad y bisoñez de hila y su cobardía frente a sus socios radicales. Ellos seguirán cobrado del erario público.
Yo llegue a Palma hace más de 20 años, y aparte de igual de sucia, era más aburrida y triste que es hoy . Con sus cosas mejorables, la ciudad ha ganado en alegría y color. Viví en el Borne y a las 8 de la noche era un cementerio. Casas mal iluminadas. Gente muy mal vestida. Antipáticos y muy poco generosos . Gracias a los turistas la ciudad está viva y hay algo de ambiente. El que no quiera que se vaya al pueblo a comer porcella insana en busca de la tradición.
Y, entre otras cosas, por qué no limpiar Palma de graffitis y graffiteros? Si viviera en esta capital me horrorizaría ver como estos gamberros (y delincuentes en general) ensucian mi ciudad. Mi padre me contaba que cuando él hacía la mili, allá por los años 1955-1956 (todos sabemos quien llevaba las riendas del país en aquella época) sólo había líos en el barrio chino (léase zona de Sa Gerreria y Sindicat).
Palma no es racista, este pregon no me representa.
Discurso fácil, para agradar a quién tenía que escucharlo y luego darle la mano. Progreso nefasto, en parte sí, nada es perfecto, pero prefiere el casco antiguo de Palma degradado, sucio, con casonas medio derruidas? Porque eso es lo que había antes de este turismo que ahora decimos que lo arrasa todo, sin hablar de la droga dura que ocupaba gran parte del barrio. De qué vive esta señora? Porque hay una gran parte de la población de Palma que vive gracias a estos cruceros que tanto ella detesta y de los paseos de los turistas que se sientas en bares, compran entiendas y comen en restaurantes donde trabajan cocineros y camareros. Qué fácil Sra. Planas hacerse la progre y guay criticando el estado actual de nuestra ciudad pero sin dar ninguna solución, así es fácil el aplauso y llegar a casa con los gastos cubiertos.
Ja fa temps que la política municipal hauria d’haver ajudat les botigues, els forns, els cafès i els comerços arrelats a la ciutat, amb caràcter. Fiscalment i d’altres formes, la política hi pot fer molt per evitar que tanquin. Encara hi serien a temps d’aturar la mort dels pocs que resten. I els espais verds? Ben dissenyats, ben mantinguts, ben parits i escampats pertot arreu. On són? No hi ha un projecte bo per a Palma. No n’hi ha hagut i no n’hi ha encara. Ni el consens necessari entre partits. SOS.
No reconozco esta ciudad. No había regresado desde hace 20 años y me encuentro con una ciudad sucia desordenada y triste. Creo que estos desgobiernos de izquoerdas la han convertido en lo que es. Sin olvidar a los independentistas que se encuentran en su terreno pilitico. Caos suciedad y desorden...en fin una pena. No volvere mas.