La medida anunciada por el Ajuntament no afectará a vías de la red principal como las Avingudes o la fachada marítima. | Joan Torres

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La medida anunciada por Cort de limitar a 30 kilómetros por hora la velocidad en el 90 % de las calles de Palma ha tenido una acogida dispar. Mientras entidades vecinales, ecologistas o cívicas consideran que se trata de un paso positivo aunque poco ambicioso, la oposición carga contra el Pacte y le acusa de improvisar y de falta de consenso.

PP
La portavoz del PP en Cort, Mercedes Celeste, considera que «pacificar el tráfico de la ciudad no significa lanzar una pedrada al aire, sin sentido y sin consenso». Hasta el momento, añade, «las propuestas del alcalde no dejan ser actuaciones inconexas e improvisadas que, lejos de resolver los problemas de movilidad generan más caos y más atascos. Sólo persigue grandes titulares a base de soluciones mágicas e instantáneas que generan gran estrés en los ciudadanos y agrandan los problemas, en lugar de plantear una reestructuración integral consensuada y bien planificada del tráfico en la ciudad».

Ciudadanos
El edil de Cs Palma Alex Escriche considera que «la ‘nueva normalidad' que se avecina se va a parecer bastante a la antigua. Seguirá habiendo colegios, coches de alquiler y atascos. No se puede pasar de un 20 % de calles a 30 km/h a un 90 % de golpe. Las revoluciones, de una en una, que primero acaben con la revolución de la EMT y luego, progresivamente revolucionen los límites de velocidad». En su opinión, «están aprovechando ahora que la gente está preocupada por la Covid-19 para meter cambios que quieren hacer con calzador».

Vox
Para el portavoz de Vox en Palma, Fulgencio Coll, «se trata de una medida propagandística y populista. Me gustaría que estas decisiones tan importantes se consensuaran y se adoptaran con seriedad». Afirma que «la medida va encaminada a que las bicis y patinetes hagan lo que quieran. No soportan los coches». Coll opina que esta medida «no garantiza tampoco una mayor seguridad vial ni ayuda a mejorar el medio ambiente. Evidentemente no me olvido del afán recaudatorio, conducir tan despacio se hace a veces complicado y eso se traducirá en multas».

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Federació d'Associació de Veïns de Palma
El presidente de la Federació de Veïns, Joan Forteza, considera que está limitación «es muy positiva, sobre todo como paso previo a la peatonalización del centro de la ciudad». Defiende que «Palma se ha quedado atrasada en relación a otras ciudades y esta peatonalización es fundamental para favorecer la presencia de ciudadanos en la calle, lo que fomentaría el comercio y la sostenibilidad». En su opinión, «la medida podría haber sido más ambiciosa, incluyendo al 100 % de las vías, pero para eso hay que desarrollar en paralelo en transporte público potente».

Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma
Miquel Obrador, presidente de esta federación, califica de «muy positiva» la medida «siempre y cuando se deje fuera a las grandes vías de circulación». Explica que «en los barrios o en vías comerciales nos parece bien, pero debe haber vías de comunicación rápidas para que haya una viabilidad de tráfico».

Vianants en Lluita
La presidenta Alejandra Araya opina que es «un gran avance, pero esta medida se debería aplicar en el 100 % de las calles, pues se han dejado fuera vías que son peligrosas como el Passeig Marítim». Reclama más controles de velocidad y cambios en el diseño urbano «para que el coche no pueda acelerar, por ejemplo estrechando carriles o poniendo chicanes». Defiende que «Palma se está quedando atrás en relación a otras ciudades europeas, como Barcelona o Londres, que están aprovechando esta crisis para realizar cambios para una ciudad más amables con el peatón, de esta forma también atraerán a más turistas».

Palma XXI
Lluïsa Dubon, presidenta de Palma XXI, entiende que es «un primer paso en la dirección correcta hacia una movilidad más sostenible y más amigable». Reivindica las ciudades 15, donde el ciudadano puede acceder a todo lo que necesita caminando apenas 15 minutos. Añade que «un 90 % de calles con velocidad limitada es un porcentaje muy alto y a lo mejor no es posible hoy por hoy llegar al 100%, a veces las decisiones maximalistas provocan unos rebrotes negativos, no podemos provocar un colapso».

GOB
El presidente Amadeu Corbera opina que «todo lo que sea reducir el impacto de los coches siempre es positivo, pero esta medida es claramente insuficiente, la medida debería ser para el 100 % de las vías». Sostiene que «otras ciudades han tomado decisiones más valientes», claro que primero hace falta «una red de transporte público más potente, más carriles bici, restringir la entrada de coches en la ciudad, o más áreas peatonales etcétera».