El alcalde Palma, José Hila, y la edil de Model de Ciutat, Neus Truyol, presentaron este lunes las líneas generales del nuevo planeamiento que diseña la Palma de las dos próximas décadas y que se articula en cinco ejes: abrir Palma a la movilidad sostenible; al mar y la naturaleza; a los barrios y los pueblos; a las personas y a la diversificación económica. Estos ejes se concretan en diez medidas que son las siguientes:
Menos consumo de territorio
Cort plantea un escenario de crecimiento poblacional moderado en el que Palma crecerá en 2040 en 66.892 habitantes. Con esta proyección, se estima que la demanda de vivienda será de 53.218 viviendas en 20 años. El plan propone que el 81 % de las nuevas viviendas estarán en suelo urbano y un 19 %, en nuevos urbanizables. Se reduce, así, el consumo de territorio haciendo un aprovechamiento óptimo del suelo. En concreto, el plan destina 320,54 hectáreas a vivienda, equipamiento, zonas verdes y demás usos, que supone un decrecimiento de hasta 176 hectáreas, un 35 % menos, en relación al plan de 1998, que era de 494,64 hectáreas.
Incrementar la protección del suelo rústico
El plan propone clasificar como suelo rústico zonas con muy baja densidad, y contempla la reclasificación como suelo rústico de 212,3 hectáreas en Son Gual, Gènova, Puntiró, Son Garcia Vell, Son Pardo y Ses Calafates.
Multiplicar por ocho la vivienda social
Palma cuenta actualmente con 1.548 viviendas sociales (que suponen el 0,89 % del parque de viviendas) y la previsión es llegar a las 12.174 (un 6,05 % del total). Así, el 47,58 % de la nueva vivienda, de construcción o rehabilitada, tendrá que ser de protección oficial y la mitad de esta cifra serán pisos de propiedad pública para el alquiler social.
Ciudad autosuficiente frente a la emergencia climática
Se apuesta por cerrar el ciclo del agua, mejorando el sistema de saneamiento y eliminando los vertidos al mar. Los nuevos urbanizables deberán ser autosuficientes energéticamente.
Crear una red de parques públicos
El plan propone incorporar dos millones de metros cuadrados más de zonas verdes, hasta alcanzar un total de 5.209.549 metros cuadrados. La media de metros cuadrados de zonas verdes por habitante pasará de los 6,2 de ahora a los 10, un 61 % más.
Proteger el patrimonio y el paisaje urbano
Será una prioridad la protección de la ciudad existente, ampliando el catálogo de edificios protegidos, y de los barrios que representan núcleos tradicionales.
Crear un parque agrario
El PGOU plantea la creación de dos parques agrarios al norte y el este de la ciudad. El suelo no urbanizable será «la despensa» de Palma, «un territorio de explotación agrícola para garantizar la soberanía alimentaria».
Diversificación del modelo económico
Otro objetivo es avanzar en la diversificación económica, el comercio local, barrios con mezcla de usos y nuevos polos de impulso de actividades económicas innovadoras, uno ligado al sector náutico y al puerto y otro a las nuevas tecnologías en la zona de Nou Llevant.
Movilidad sostenible
El plan recogerá dos tramos del tranvía: en de las Avingudes y del Coll den Rabassa y Can Pastilla, y determina localizaciones para seis aparcamientos disuasorios: Son Sardina, carretera de Puigpunyent, Sa Teulera, entrada de la autopista de Inca, Son Bordoy y entrada de la carretera de Manacor. Un objetivo es reducir del 51,8 % al 43,1 % los desplazamientos en coche y aumentar del 14,5 % al 21 % el uso del transporte público.
Ejes cívicos y superislas
Se potenciarán los ejes cívicos y se introducirá la estrategia de la superisla, que limita el tráfico en algunas vías y prioriza el espacio público para las personas.
Primer cuatrimestre de 2021
El equipo de gobierno del Ajuntament de Palma espera aprobar de manera inicial el nuevo Plan General en el primer cuatrimestre del año que viene, momento en que algunas de sus medidas ya podrán entrar en vigor. El nuevo PGOU sustituirá al que está vigente actualmente, que se aprobó en 1998, recordó el alcalde, José Hila.
El primer edil declaró que el nuevo planeamiento urbanístico «gira alrededor de la lucha contra los efectos contra el cambio climático, la movilidad sostenible, la protección del suelo, el acceso a la vivienda y la diversificación económica». Aseguró, por último, que «la pandemia de coronavirus ha puesto de manifiesto la necesidad de diseñar una ciudad próxima y saludable».
5 comentarios
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Y recalifica usos de espacios y edificios propiedad de la iglesia, para que esta pueda especular con ellos. ¿Pero eso no lo dice nadie? ¡Con la iglesia hemos topado!
@Pep Si no necesitan ninguna partida. Las viviendas sociales no las van a construir ellos sino que obligarán a los promotores privados a tener que destinar parte de las viviendas que construyen a vivienda social. Eso significa que un promotor que hacía 6 pisos a 250.000€ cada uno, ahora tendrá que vender 3 a 180.000€ y otros tres a 320.000€. Al final esto servirá para agravar aún más el problema porque los que ahora pueden permitir ya no podrán hacerlo y resultará que los más pobres tendrán una casa pero seguirán siendo pobres y los que no lo eran pasarán a serlo porque ahora ellos ya no podrán permitirse una.
¿Y a cuánto ascienden las partidas para la construcción de esas viviendas sociales? Porque las palabras son muy bonitas pero si no van acompañadas de fondos son una tomadura de pelo.
Y luego se quejan del precio de la vivienda. Reducen el suelo disponible haciendo subir exponencialmente el del poco suelo que queda y luego, para acabar de rematarlo, ponen una cuota del 50% de vivienda social que hace que los que no tengan acceso a esa vivienda social tengan que pagar más por sus viviendas para poder paliar lo que los receptores de viviendas sociales no pagan. Todo muy coherente.
¿Protege el nuevo catálogo municipal Sa Feixina?