En las imágenes se puede ver el antes y el después de limpiar las pintadas. | Ajuntament de Palma

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El alcalde de Palma, José Hila, y el presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, presentaron este jueves el nuevo servicio que presta esta empresa municipal para la eliminación de las pintadas vandálicas en edificios privados a cambio de una tasa de 10 euros el metro cuadrado. Perpinyà tildó de «simbólica» esta tasa por cuanto apenas supone un 10-15 % del coste real que tiene para la empresa pública la limpieza de estos graffitis.

Hasta ahora la empresa solo limpiaba las pintadas en los espacios públicos y en este sentido el alcalde concretó que desde el inicio de la legislatura se han eliminado unas 3.200, «pero no nos basta porque también existen en las fachadas privadas, y como la ley no nos dejaba intervenir hemos encontrado la fórmula de fijar esta tasa que permite limpiarlas una vez que el ciudadano lo reclama», expuso.

Las personas interesadas deberán realizar la petición a través de la página web de Emaya, rellenando un formulario, y los técnicos de la empresa municipal gestionarán la petición y realizarán al servicio de limpieza en un plazo máximo de 15 días.

El servicio, dijo el edil, actúa tan solo en paredes que están en la vía pública y, por ahora, hasta la altura del primer piso, «es decir las plantas bajas, que es donde se acumula la mayor parte de las pintadas».

El primer edil recordó que la lucha contra las pintadas vandálicas y contra el incivismo en general es uno de los compromisos de esta legislatura y para conseguirlo cuenta con los nuevos policías locales que se estaba esperando que lleguen próximamente. Resaltó que «no estamos hablando de arte urbano, pues eso es cultura, sino de esas pintadas, que normalmente son manchas, nombres y firmas, que son incivismo».

Perpinyà dejó claro que es la propiedad del edificio la que tiene la obligación de mantenerlo limpio, pero en este sentido el alcalde aseguró que Cort no contempla sancionar a los propietarios sino a las personas responsables de ensuciarlos. «Nuestra intención es coger al que hace el graffiti y ayudar a la víctima a eliminarlo, es de sentido común», expuso Hila.

La empresa municipal seguirá limpiando las pintadas consideradas ofensivas de forma gratuita, como venía haciendo hasta ahora, confirmó Perpinyà, quien los consideró «prioritarias». También aseveró que no existe ninguna previsión de privatización del servicio de limpieza de graffitis.

Por último, Hila informó de que para la limpieza de las pintadas en espacios o edificios públicos pero protegidos o catálogados (como las murallas), que requieren un proyecto arquitectónico, se ha puesto en marcha desde el área de Infraestructuras la licitación de un segundo contrato dirigido a empresas especializadas en patrimonio. Recordó que el primer contrato quedó desierto por lo que se ha tenido que volver a convocar.