Esta escultura colaborativa forma parte del proyecto Re-Habitar el barri: espai de reunió, liderado por el grupo de investigación de Art i Educació (GRAiE) de la UIB y que ha sido posible gracias a la colaboración del Consell de Mallorca. También han participado los estudiantes del grado de Educació Primària de la UIB, los alumnos del CEIP Costa i Llobera de Marratxí, el arquitecto Francisco Cifuentes, del estudio Aulets, el escultor Damià Matas y la ceramista Virginia Massagué, entre otros.
Tal cantidad de participantes se han coordinado en esta acción que une universidad, escuela y sociedad a través del arte, la sociología, la historia, la arquitectura y el urbanismo. Una contribución a la transformación social y el empoderamiento ciudadano dirigido por las investigadoras de la UIB Noemy Berbel y Magdalena Jaume.
«Ha sido una experiencia muy gratificante crear vínculos en la comunidad», señala Berbel ante la pieza central del proyecto, que reproduce los característicos edificios de estas barriadas, así como antiguas fábricas, solares y viviendas de escasa altura.
Según el padrón de población del 1 de enero de 2020, el total de habitantes del Nou Llevant y Soledat Sur era de 8.839 habitantes, que se concentran «en 37 quarterades», calcula Català Roig.
Tras recibir los planos del estudio de arquitectos, se prepararon unos patrones para crear los inmuebles. Las huellas de todos los participantes aún se perciben en estas figuras que ahora se codean con los cuadros de Kristian Krekovic. Todo esto en un barrio que vive una profunda transformación inmobiliaria y que es el germen del Districte Innovador de Nou Llevant. Esta experiencia es una muestra de las posibilidades de la colaboración entre vecinos e instituciones.
Agradecimiento
Jaritza Inés Valverde es una alumna de 11 años del CEIP Pintor Joan Miró. Justo ayer por la mañana pasó por casualidad por el museo Krekovic y se topó con la inauguración de la maqueta de cerámica en la que había participado. La emoción no podía ser más grande: «Siempre me ha encantado el barro. Estoy muy agradecida de que nos hayan dejado participar», cuenta ilusionada. «Con esta experiencia he aprendido a ser paciente», revela tras trabajar en el taller de Joan Pere Català Roig. Una oportunidad para conocer una nueva realidad desde su barrio.
6 comentarios
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Sí sí tenían que pintar todo en rojo dónde se vende drogas y se consume estaría todo rojo.
Supongo que, a pesar del titular, lo más importante no era la competición por el peso de la maqueta.
curial1y cuidar el nuevo parque en la zona (Can Palou) que ya da pena.
Está bien tener proyectos ambiciosas pero sin olvidar cosas tan sencillas como el vallado de Krekovic, con mucho tiempo de espera.
Lo que se ve en la foto es como ha quedado?
Lo podrían haber hecho con corcho ...sale más barato y les va a servir para lo mismo