Pere Josep García en la biblioteca con una caja de alimentos. | M. À. Cañellas

TW
3

Cuando Pere Josep García llegó a sa Indioteria para desarrollar su labor profesional se propuso un objetivo: «intentar introducir la biblioteca de lleno en la vida social de una barriada tan efervescente y con tanta actividad como esta», según sus propias palabras. Y a fe que lo está consiguiendo. La última iniciativa de este bibliotecario pollencí ha llamado poderosamente la atención de los vecinos, porque además de hacerles partícipes de la vida de la biblioteca su colaboración redunda en el beneficio común. Libros a cambio de alimentos, es así de simple. Y de loable.

Numerosas personas se han acercado hasta las instalaciones municipales para aportar su granito de arena a una campaña solidaria que se ha propuesto llenar el banco de alimentos de sa Indioteria. A cambio de aportar productos no perecederos –leche, aceite, arroz, pasta, tomate frito, zumo, etc.– podrán escoger y llevarse aquel libro que más les interese de entre una amplia selección disponible, con títulos y temáticas para todos los gustos. «También hay DVD, pero muy pocos», añade. En los tiempos de los contenidos en la nube eso sí que suena a otra era.

«En tres días hemos recogido dos cajas llenas de alimentos y un poco más», apunta García, tan satisfecho como sorprendido por la respuesta de los indioters. En la biblioteca de sa Indioteria disponen de un gran fondo, en gran medida gracias a las donaciones, y su responsable consideró que esta era una buena forma de devolver al barrio todo lo que este les da.

«Aquel que colabore con el banco de alimentos del barrio puede escoger entre dos estanterías llenas de una buena variedad. Hay mucha ciencia ficción, mucho infantil y juvenil, así como obras de conocimientos más generales, por ejemplo libros de rutas en gran formato».

El bibliotecario con buenas ideas de sa Indioteria ve pasar frente a él unas cien personas a la semana de un perfil variado. Si se animan a hacerlo tendrán tiempo; García confía que el fondo de libros para vecinos solidarios no se agote del todo hasta el final del verano.