«Lo que no tiene sentido –añade– es aprobar una ordenanza si se está tramitando una ley sobre el mismo tema, para luego tener que realizar modificaciones sustanciales». «Si lo hiciéramos ahora nos podríamos encontrar con que aprobamos una ordenanza que al mes ya es contradictoria o no cumple la nueva ley nacional y eso no tendría lógica, es una situación transitoria pero es lo más prudente, otra cosa es que la ordenanza se hubiera podido aprobar al finales de la pasada legislatura o al principio de ésta». Por lo pronto, indica el edil, ya existe un borrador de la ley estatal en el que hay algunos conceptos que cambian con respecto a lo que había hasta ahora en la norma vigente y, por tanto, en relación a lo que plantea la nueva ordenanza municipal.
Uno de estos aspectos novedosos que contempla el borrador de la ley estatal se refiere al tratamiento de las razas de perros potencialmente peligrosas (PPP), pues «la ley ya no habla de razas sino de animales, es decir que ya no se considerará PPP a todos los perros de unas determinadas razas sino que dependerá del comportamiento y no de la raza, de si el animal en cuestión está bien educado y es tranquilo», argumenta el edil. Para ello se deberá acreditar esa educación y la nueva ley determinará cómo hacerlo.
Plazos
Por tanto, insiste Perpinyà, «no podemos avanzar en la ordenanza municipal pues nos tenemos que adecuar a algo que tenga cierta consistencia y ahora mismo la ordenanza municipal si se aprobase debería cumplir la ley vigente, no la nueva». El regidor estima que la nueva ley puede estar vigente quizá en un plazo de siete u ocho meses, aunque puede tardar más si se presentan muchas alegaciones, con lo que la ordenanza municipal no se aprobará seguramente antes de 2023, año electoral, pues la tramitación que se requiere para aprobarla es de unos meses. Con todo la consecuencia es que probablemente la legislatura pasará sin que se haya podido aprobar la ordenanza después de que a finales del pasado mandato ésta se retirará de la mesa en el último momento por discrepancias entre los socios de gobierno.
14 comentarios
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Las latas y las litronas, algunas estrelladas al suel, que encuentro cada fin de semana en los parques y paseos no veo ningún comentario! Estoy absolutamente de acuerdo que los dueños de canes sean responsables y si alguno no es lo que ensucia el perro se deshace con sol/lluvia cosa que no pasa con latas de aluminio y botellas de cristal! Así que todos a ser cívicos! TODOS!
Pues habrá que investigar porque parece que cada noche sale alguien con una bolsa llena de excrementos a repartirlos por las aceras, porque según el 100% de los dueños de perros ellos siempre recogen los de sus mascotas, pero si caminas por las aceras de cualquier barrio de Palma hay excrementos por todo.
Ya tenis las razas de perros potencialmente peligrosos,PPP. Pero qué hay de los perros potencialmente mentirosos. Pongamos que hablo de Perrito el mentiroso.
Disfrutad de lo votado…
DeincaEso que dice usted seguro que lo dicen todos los propietarios de los perros, pero la realidad que se impone es bien distinta, y las calles están llenas de orines y excrementos de perros Por lo tanto, los propietarios de los perros mienten cuando dicen que recogen los excrementos o echan agua sobre los orines, porque estamos viendo que las calles están llenas de excrementos y orines de perros.
Y mientras tanto las calles llenas de excrementos y orines de perros
Sobre todo para ferreret. El que haya gente guarra no significa que lo seamos todos. Eso de que nadie echa agua sobre los orines de sus perros no va conmigo. Yo sí llevo agua y bolsas para las cacas. Tampoco llevo mi perro suelto. No nos metáis a todos en el mismo saco.
Las cacas son un gran problema, pero la orina es mucho peor, no se limpian con un poquito de agua y no hay ningun dueño de perro que lo haga mear en su casa o delante siempre delante de la del vecino. El que quiera perro que le enseñe a hacerlo en su casa no en la del vecino.
El que es guarro lo es con perro o sin el, porque a parte de cacas, en nuestras calles hay colillas, latas, papeles, cajetillas de tabaco...así que no es cosas de perros es de personas guarras y poco educadas.
En las próximas elecciones no sacarán ni tierra para enterrarse, pero seguirán con sus tonterías hasta el último día.