El conductor Andrés Rosauro. | Gemma Marchena

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No se las ve aún mucho en el interior de los buses, pero, pese al rigor de enero, la bienvenida está siendo calurosa. Las mascotas son bienvenidas en las líneas de la EMT. Por lo menos así lo confirman la mayoría de los viajeros consultados. Desde este lunes, y como regalo de Sant Antoni, protector de los animales, las mascotas pueden subir en todas las rutas de autobús de Palma. La medida ha sido recibida con los brazos abiertos. «Tengo una perra y me gustaría traérmela al centro de Palma», señaló Bárbara Barquero, que espera un autobús en Plaça d’Espanya. «Vivo en Son Rapinya y tengo una perra mestiza que rescaté en Son Reus. Creo que hacía mucha falta esta medida. No todos pueden llevar a su mascota en el coche», añadió. Y lanzó un propuesta al Ajuntament de Palma por si alguien tuviera alguna queja: «Si hay gente que no le gusta viajar con animales se pueden hacer tramos horarios específicos para llevar a nuestras mascotas».

Fidelia Ray es otra de las viajeras del transporte público que se muestra a favor de la bienvenida universal a las mascotas en todas las líneas de la EMT. «No me molestan los animales, al contrario. Son tan ricos...», dijo con cierta ternura. Perros, gatos... Incluso hámsters pueden convertirse ahora en viajeros del autobús en Palma. Aunque a primera hora de la mañana de ayer no se veía ningún animal en las paradas ni en el interior de los autobuses.

Melissa Márquez es otra de las viajeras que están de acuerdo: «A mí me parece bien. Yo tengo un perro de pequeño tamaño y antes nos ponían muchos problemas para viajar con él. Decían que tenían que viajar con bozal pero luego no nos dejaban subir al bus». Hasta ahora, los animales podían viajar hasta en 16 líneas pero la buena experiencia ha permitido que se amplíe este servicio a la totalidad de la red de la EMT. «Yo he tenido perros y no me dejaban subir con ellos en el bus. Mientras tengan bozal y correa y estén bien educados, da lo mismo», explicó Pau Moreno. El conductor Andrés Rosauro también se mostró de acuerdo con la medida, aunque «de momento no ha subido ningún animal». Como todo en esta vida, también hay discrepancias. «No me parece bien. Aunque me gustan los animales, soy alérgico a los gatos. No veo bien que utilicen un servicio público», dijo con resignación Alfonso Montilla.