El edificio vendido hace esquina entre Nuredduna y la plaza de las columnas. | M. À. Cañellas

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La campaña «Pere Garau, molt més que Nuredduna» ha pedido este lunes al Ajuntament de Palma que mitigue el «efecto demoledor» de las nuevas viviendas de lujo en Nuredduna, recuperando el tráfico de los autobuses de la EMT que consideran compatible con dar prioridad peatonal a la calle. Las entidades que forman la plataforma explican en un comunicado que, sin pasar por el túnel y entrando directamente a la calle Nuredunna desde la Avenidas, en superficie, el paso de autobuses evitaría «las enormes molestias que sufren ahora las calles Aragón y Nicolau de Pacs, que ya tenían suficiente tráfico como para añadir tres líneas de autobús» con la reforma que está haciendo Cort.

Los promotores de la campaña (Flipau amb Pere Garau, ARCA y la Asociación de Comerciantes del Mercat de Pere Garau) consideran demostrado que el proyecto de Cort para Nuredduna provoca gentrificación y problemas de movilidad para las barriadas más populosas de Palma. En relación con la gentrificación, advierten de que «se extiende como una mancha de aceite desde el centro de la ciudad» y explican que concentrar una fuerte inversión público en un sitio pequeño, como con estas obras en 280 metros de calle, solo beneficia «a los grandes inversores con gran poder adquisitivo», desplazando así a la población local, «unos porque venden y otros porque pierden sus alquileres, al verse incrementado el precio». Ponen como ejemplo la venta a capital extranjero de un edificio entero de Nuredduna 24, esquina con la Plaça Columnas, que se convertirá en pisos de lujo «no aptos para bolsillos normales». Insisten en que las obras acordadas por los tres partidos que gobiernan en el Ayuntamiento de Palma, «sin llevar a cabo ningún proceso participativo como era su obligación, ha puesto una alfombra roja para que las plusvalías de la inversión pública en Nuredduna, vayan a manos de aquellos que detentan las propiedades».

Acusan a PSIB, MÉS y Podemos de haber «acelerado» la gentrificación de Pere Garau. Reclaman «un urbanismo de tipo democrático», con obras como las llevadas a cabo al renovar calles como Nicolau de Pacs, Barceló y Combis, Francisco Manuel de los Herreros y Arxiduc, ampliando aceras, integrando contenedores soterrados y creando un eje cívico y aseguran que «ninguna de esas intervenciones aceleró la gentrificación». Los responsables de la campaña consideran que Cort aún está a tiempo de mitigar los efectos nocivos de la obra en Nuredduna, si recupera el tráfico de autobuses.