Revisan el estado de las palmeras para evitar accidentes

Técnicos analizan el nivel de oscilación de los ejemplares del Passeig Sagrera

El estudio se realiza en el Passeig Sagrera. | Teresa Ayuga

Javier RodríguezPalma11/02/22 4:00

El Ajuntament de Palma está revisando el estado de las palmeras situadas en el Passeig Sagrera y calculando sus niveles de oscilación para evitar futuros accidentes. Estos trabajos, realizados por el área de Infraestructures, se enmarcan dentro del plan de gestión del arbolado de Ciutat que indica, según fuentes municipales, la periodicidad de estos controles en función de la tipología del árbol y su situación en el municipio. Así, según de qué variedad se trate los citados controles se efectúan cada tres meses, cada año o cada dos ejercicios.

En el caso de las palmeras ubicadas en primera línea de la bahía de Palma el riesgo se puede considerar bastante elevado debido a la altura que alcanzan algunos ejemplares y la falta de parapetos, naturales o artificiales, que las puedan proteger de las fuertes rachas de viento.
La inspección del balanceo que pueden asumir las palmeras se realiza, según las mismas fuentes, a través de un resistógrafo, un aparato que «permite detectar puntos de confluencia de cargas así como los posibles endurecimientos o grietas que pudiera tener el tronco». Cabe recordar que en noviembre de 2019 una ciudadana brasileña falleció al caerle la copa de una palmera en la zona de Dalt Murada debido a los fuertes vientos que se registraron esa jornada.

Demanda

Este trágico accidente provocó que la familia de la fallecida reclamará al Ajuntament de Palma una indemnización de 450.000 euros en concepto de responsabilidad civil. En aquel momento desde el Consistorio se recordó que los técnicos municipales siempre actúan cuando se detectan situaciones de riesgo en algún ejemplar del municipio y que la palmera caída había sido revisada ocho meses antes.

Los técnicos utilizan un resistógrafo para medir las cargas que puede aguantar cada ejemplar. *FOTO: CORT*

Lo cierto es que apenas cuatro meses después, los primeros días de marzo de 2020, un fuerte temporal hizo que ocho de las palmeras del mismo Passeig Sagrera se cayeran al suelo por efecto del viento y que, posteriormente, se tuviera que actuar ante el riesgo de otros ejemplares también colapsaran por su mal estado.