La regidora Neus Truyol. | Redacción Local

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«Quiero desmentir que haya algún pelotazo como dice el PP». Así de contundente se mostró ayer la regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol, que advirtió de que «pelotazo se considera cuando se recalifica un suelo que pasa de rústico a urbano y se incrementa su valor». Y añadió que el PP habla de esto cuando «ellos son grandes profesionales del pelotazo y han avalado que sectores de la sociedad se hayan beneficiado de un bien público, haciendo normativas en beneficio de unos pocos».

La concejala también se defendió de las acusaciones del PP sobre que «nos habíamos inventado una norma sobre expropiaciones, pero que está recogida en la ley urbanística de 1975». Truyol destacó que «la expropiacion es una compra a precio de mercado, no es un mecanismo de usurpación de bienes». Tras acusar al PP de «desconocimiento de la ley urbanística o de mentir, en ambos casos es igual de grave», recordó que «en la época de Mateo Isern se vendieron solares públicos en el casco histórico que ahora son un hotel de lujo». Y explicó que el presidente del PP de Palma, Jaime Martínez, «es arquitecto y es lamentable que lleve adelante una política de fake news a la espera de que la gente que no conoce el plan compre estos mensajes».

También se defendió de las acusaciones que denunciaban que el PGOU iba en contra del pequeño comercio: «Es falso. Eliminamos 400.000 metros cuadrados de superficie comercial y los integramos en los barrios». Y puso como ejemplo el freno al centro comercial de ses Fontanelles. Tras las quejas de los vecinos de La Bonanova, en contra de    bloques de ocho alturas proyectados en el Plan General, Truyol explicó que «se va a considerar la altura de los plurifamiliares» para que se coloquen a la misma altura que las construcciones de la zona. La regiduría se reunirá con los vecinos en breve.

Alegaciones

También habló de las alegaciones del Col·legi d'Arquitectes de Balears (COAIB), que ponían en duda el plan de viabilidad económica del Plan General. La regidora dijo que «comparado con el de 1998, el nuevo es más barato. Se hace un ejercicio de equipamientos públicos, la mayoría con mecanismos de compensación, cambiando un espacio verde por edificabilidad». También se prevén recursos públicos de otras instituciones como Consell Insular, Govern balear o el Estado.