El alcalde, durante el discurso de la Festa del l'Estendard. | Pere Bota

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Con motivo del Día de l'Estendard, el alcalde de alma, José Hila, aprovechó su tradicional discurso para hacer hincapié en las principales preocupaciones de la ciudad: la necesidad de «salarios justos y adaptados al presente», el impulso de la vivienda asequible y un sentido homenaje a Aurora Picornell, cuyos restos se han encontrado en una fosa común en este año que ya acaba. Durante su intervención, reiteró los objetivos de su mandato —como la sostenibilidad o la mejora de lo barrios» y mencionó algunos proyectos que se están llevando a cabo o que están por iniciarse en esta legislatura que ya se acaba.

El alcalde resaltó la transformación de la ciudad, «sostenible, amable, pensada para la ciudadanía, con más árboles y sombras y más espacios para pasear». Esa Palma en transformación se refleja precisamente en el nuevo Passeig Marítim, «uno de los sueños más deseados, que ya se está convirtiendo en realidad. Es un proyecto ilusionador que cambiará la primera línea de Palma, que se acercará a la ciudad y la volverá a conectar con su esencia mediterránea».

Abogó por «las plazas y calles que se han convertido en nuevos puntos de encuentro de los barrios. Plazas con más verde y más espacio para caminar» y así mencionó lugares en los que se han llevado a cabo estos proyectos o están previstos como en Camp d'en Serralta, Pau Casals, Plaça Espanya, Nuredduna y Columnas, Fra Alzina...

El parque de sa Riera ocupó parte de su discurso, «que durante veinte años tuvo un punto negro que no se resolvía, un espacio que formaba parte de la memoria de la ciudad y se encontraba vacío. Ahora, el Lluís Sitjar ya es de Palma y podemos dibujar su futuro». A esto se unen las obras en la Sínia d'en Gil, que amplían la Falca Verda, enlazando con el nuevo parque Bons Aires, en el Psiquiátrico, «que se abrirá a la ciudad».

Las más de 800 viviendas a precios asequibles de Son Busquets, «el nuevo barrio para jóvenes en Palma», tampoco faltaron en su palabras, así como las obras de mejora de Plaça d'Espanya, «con un nuevo pavimento para coger el tranvía, que transformará os barrios allá por donde pase y sobre todo, los conectará». Tampoco se olvidó de mencionar la nueva depuradora, gracias a la cual no habrá más vertidos al mar.

El alcalde advirtió que «el cambio climático es una realidad. No se puede esconder i ignorar. Quien lo haga supone un peligro para la ciudad». Hila advirtió que «estamos ante una emergencia climática y Palma debe estar preparada». Para ello apuesta por la descarbonización, por la que «en 2030 todo el Ajuntament será autosuficiente y se alimentará solo de energías 100 por cien limpias. Somos el principal consumir de energía de la ciudad, ya que consumimos el 20 por ciento del total».

Otras de sus soluciones esgrimidas en su discurso para combatir el cambio climático son la renovación de la iluminacion pública aplicando el sistema LED, eliminando espacio a los vehículos para conseguir más zonas peatonales con muchos árboles y apostando por el transporte público. «A partir de mañana [1 de enero], y durante un año, la EMT será gratuita. Seremos la ciudad más grande del estado con los autobuses gratuitos». A esta medida se suma la renovación del 95 por ciento de la flota de autobuses, la mejora y creación de nuevas líneas y las mejoras de Bicipalma, triplicando el número de bicicletas.

Hila tuvo un recuerdo para la pandemia, que ha supuesto una crisis social, y en la que «movilizamos el mayor paquete de ayudas y recursos de su historia, con alrededor de 40 millones de euros». Ahora la guerra de Ucrania y la inflación han tomado el relevo en la preocupación de los palmesanos, advirtió el primer edil.

«La Palma de la recuperación [...] es la ciudad capaz de gestionar en 48 horas ayudas para familias vulnerables y al mismo tiempo, impulsar y poner en marcha el mayor paquete de ayudas y la mayor inversión». El alcalde defendió que Ciutat «es el motor económico de Balears» pero pese a las buenas cifras de empleo, «han de venir acompañadas de otro dato bien importante: la mejora de los sueldos. Salarios justos y adaptados al presente, es lo que reclamo como alcalde».

Otro de los retos que planteó en la plaza de Cort fue la vivienda, «una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. Ha de ser el quinto pilar del Estado del Bienestar y ha de estar a la altura de la sanidad y la educación. Por eso, cuando acabe el mandato, en Palma habrá incrementado en un 26 por ciento el parque público de vivienda de alquiler en relación a 2015». Aquí juega un papel fundamental el nuevo Plan General, «donde se prevé que la mitad de los nuevos desarrollos urbanísticos han de ser viviendas protegidas».

La última parte del discurso del alcalde durante la Festa de l'Estendard se dedicó a Aurora Picornell, lo que concentró buena parte de los aplausos de los asistentes. «Hemos encontrado a Aurora Picornell y hoy aquí quiero rendirle homenaje», así como al resto de las Roges del Molinar. «Somos una Palma que no tiene miedo de mirar su pasado para cerrar heridas. Justicia y reparación siempre», afirmó Hila, que tampoco se olvidó de reivindicar el feminismo y la lucha contra la violencia machista.