Payeses de Sant Jordi y Son Ferriol denuncian la rotura de una tubería de Emaya que les ha dejado sin riego durante un mes. | Teresa Ayuga

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La indignación entre los payeses de Sant Jordi y Son Ferriol es más que patente. Llevan un mes sin poder regar por la tubería de Emaya, mientras sus tierras están a pocos metros de la depuradora y del tanque de tormentas, repleto de 50.000 metros cúbicos por las lluvias de la borrasca Juliette. Los agricultores se muestran muy preocupados porque, advierten, no es la primera vez que se quedan sin riego por culpa de la avería de la tubería. Ya el año pasado, con escasez de lluvias y altísimas temperaturas, también estuvieron hasta un mes sin suministro de agua.

El portavoz de los afectados es Pascual Ribot, miembro de la Comunidad de Regantes de Sant Jordi, que reunió ayer a los agricultores, cuyas tierras alcanzan una superficie de alrededor de 100 hectáreas. «Hace tres meses en Emaya nos dijeron que no querían cambiarla pero gracias a la presión de los regantes conseguimos que nos dijeran que iban a arreglarla. Pero al final son parches».

Ribot explica que cambiar la tubería «supone un gasto de un millón de euros y piden que nosotros hagamos la inversión. La Comunidad de Regantes no tiene ese dinero. Pero lo curioso es que tenemos aquí enfrente la depuradora y el tanque de tormentas, mientras se lleva agua a los campos de golf o a Son Vida. Esto no se entiende». La Serra de Tramuntana aún conserva algunos restos de nieve de la borrasca Juliette pero los agricultores no se fían y miran con temor las previsiones climatológicas. «Ya mismo tenemos que empezar a regar con estas temperaturas», advierten.

Por delante están los planes para la próxima cosecha. «¿Sembrar o no sembrar? Estamos pendientes de saber si habrá tubería para sembrar la alfalfa», dice uno de los payeses. Otro advierte que «estoy a la espera de plantar sorgo para dar de comer al ganado y mientras tanto estoy aquí, con los brazos cruzados, a ver qué pasa».

Para los agricultores no salen las cuentas si tienen que comprar pienso o tirar de electricidad para los motores de los pozos: «Los precios de la electricidad han subido muchísimo. Sufriríamos grandes pérdidas». El sector primario ya sobrevive con unos márgenes tan ajustados que advierten que no podrían soportar más gastos. «Nos hablan del Parc Agrari, desde la Conselleria d’Agicultura nos animan a recibir visitas pero nosotros lo que queremos es agua», dice Ribot, que advierte que «hace cinco años sembré 5.000 almendros y tuve que meter placas solares para poder sacar agua del pozo».

Fuentes de Emaya señalaron que «desde final 2021 se está trabajando conjuntamente con la comunidad de regantes para encontrar una solución al problema existente con esta conducción. Se es consciente del problema».